En mundo del trail running estamos acostumbrados a ver en los y las corredoras de élite logotipos de marcas de hidratación, zapatillas con nombres de cumbres imposibles y relojes que te recuerdan que salgas de una vez a entrenar.
Lo que no es tan común es ver la marca de OnlyFans en la equipación de una atleta.
Pero eso es precisamente lo que ha ocurrido con Sabrina Stanley, quien anunció en su Instagram que la popular plataforma de contenido para adultos la patrocinará a partir de ahora.
El anuncio no tardó en desatar la polémica.
OnlyFans es conocida principalmente por albergar contenido para adultos, aunque también hay creadores de otros ámbitos, desde chefs hasta entrenadores personales.
Sin embargo, su fama está innegablemente ligada a la industria pornográfica, lo que ha generado un revuelo en la comunidad del trail.
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¿Es apropiado que una plataforma de este tipo patrocine a una deportista de élite?
Una decisión inesperada y controvertida
Sabrina Stanley, ganadora de Hardrock 100 y corredora de élite de ultratrail, se convierte así en la primera atleta de este deporte en ser patrocinada por OnlyFans.
En sus redes sociales, Stanley defendió la colaboración, asegurando que usará la plataforma para compartir contenido exclusivo sobre su entrenamiento y estilo de vida. “Es una oportunidad de conectar con mis seguidores de una manera más directa”, comentó.
Sin embargo, no todos ven esta unión con buenos ojos. Muchos se preguntan si esto abrirá la puerta a que otras marcas fuera del circuito habitual del trail se sumen a patrocinar atletas, y si esto es algo positivo o simplemente una estrategia de marketing de OnlyFans para limpiar su imagen y diversificar su público.
¿Un cambio en las reglas del juego o un caso aislado?
Este patrocinio podría marcar un precedente en la forma en que los deportistas buscan financiación. En un mundo donde muchos atletas luchan por encontrar apoyo económico, plataformas como OnlyFans podrían convertirse en una alternativa viable, aunque con el estigma que conlleva.
El debate está servido. Mientras algunos ven este patrocinio como una evolución natural en la relación entre marcas y atletas, otros lo consideran una asociación extraña y potencialmente dañina para la imagen del deporte.
Lo que es seguro es que Stanley ha conseguido, para bien o para mal, que todo el mundo hable de ella y de su nuevo patrocinador.
