Salir a correr no es siempre es sólo una cuestión de kilómetros, marcas o retos personales: cada día tengo más claro su valor para algo que hasta hace poco no se mencionaba tanto en el mundo del deporte: la salud mental.
Y especialmente en jóvenes, en una etapa marcada por cambios, exigencias (académicas, sociales, personales), y en estos tiempos post-pandemia donde el aislamiento, la incertidumbre y el estrés han dejado huella.
El Ajuntament de Barcelona lo ha detectado claramente: hace poco anunció la ampliación del servicio de atención psicoemocional y educativa para adolescentes y jóvenes de hasta 25 años: EstarB
Un servicio gratuito que ofrece apoyo psicológico y emocional para jóvenes de 12 a 25 años. También ofrece apoyo y recursos a familias con hijos e hijas adolescentes, de 12 a 20 años, y profesionales que trabajan con adolescentes y jóvenes.
Esta decisión muestra que la ciudad reconoce que, tras la pandemia, los jóvenes necesitan un acompañamiento extra: emocional, educativo, social.
La realidad es que durante la pandemia y en su secuela, muchos jóvenes han experimentado:
En este escenario, fomentar herramientas que apoyen el bienestar psicológico, la resiliencia y las conexiones sociales no es un extra, es una necesidad.
Aquí van varios mecanismos -respaldados por la evidencia científica- donde correr se cruza con salud mental, y por qué para jóvenes puede ser especialmente útil.
Solo hace falta ver como las carreras populares han vuelto a crecer muchísimo en inscripciones, debido (entre otros factores) al hecho de que muchos y muchas jovenes han decidido dar el paso y salir a correr.
Aquí es donde aparece la parte más práctica del artículo: el club de running BCTEAM tiene como enfoque y misión, el apoyar este enfoque de bienestar integral en jóvenes (y no tan jóvenes) a través del running y la comunidad.
Espacio de encuentro.
El BCTEAM ofrece entrenamientos de running regulares, jóvenes sin mucha experiencia en esto del correr se integran en una comunidad de corredores y corredoras en el que la ecuación running + social lo es todo, un factor depende del otro.
Metas realistas y adaptadas.
El running para jóvenes no debe convertirse en presión, sino en disfrute, crecimiento personal, conexión. Fomentar el “estoy bien y me lo paso bien” más que el “voy a correr para ser el más rápido”.
Inclusión y diversidad
Jóvenes de distintos perfiles y nacionalidades pueden encontrar en el correr una vía de escape saludable, de comunidad, de bienestar.
Para los jóvenes en Barcelona (extensible a cualquier otra ciudad), este momento post-pandemia es clave para reconstruir hábitos, conexiones sociales, autoestima y bienestar emocional.
El correr se presenta como una herramienta poderosa: sencilla, accesible, apoyada por la evidencia científica (y la propia experiencia de los que llevamos muuucho tiempo corriendo), y con un claro factor humano.
Invitar a los jóvenes a que “se calcen las zapatillas” no es sólo para ponerse en forma físicamente: es para “ponerse bien” emocionalmente, para conectar, para construir rutina, para sentirse parte de algo.
Y cuando el Ayuntamiento amplía los puntos de acompañamiento psicoemocional, lo que se está diciendo es: “Importa cómo estás por dentro, también”.
Cualquier club de running que lo entienda y lo asuma- podrá marcar la diferencia y aportar beneficios a nuestra sociedad, que desgraciadamente tanto lo necesita hoy en día.