El menor de los hermanos Ingebrigtsen, el hombre que está llamado a marcar una época en el mediofondo y el fondo mundial, está pasando por un momento dulce. Es uno de los grandes candidatos al oro en el 1.500 de los Juegos Olímpicos de Tokio y se está preparando a conciencia para ello. Tras lograr un doblete en el Europeo de Torun (en el 1.500 y 3.000), el noruego trabaja durísimo en lo que considera su “paraíso”, un lugar en el que ha vivido ya varias concentraciones acompañado de su hermano Filip y del resto del equipo. Hablamos del CAR de Sierra Nevada, por supuesto.
Boda y sesiones durísimas
Allí estuvo preparando la temporada en pista cubierta y allí se ha desplazado de nuevo recientemente para asaltar el aire libre dispuesto a mejorar (aún si cabe) sus registros personales y a volar en Japón. En su cuenta de Instagram el nórdico ha colgado un vídeo en el que se le ve entrenando en la maravillosa pista del CAR rodeada de montañas. “De vuelta al paraíso”, acompaña como mensaje. Decíamos que se trata de un buen momento para Jakob porque recientemente anunció también su compromiso matrimonial con su pareja Elisabeth Asserson. Con apenas 20 años, el noruego se casará próximamente con la que es su pareja de toda la (corta) vida.
Jakob y su equipo, tal y como comenta Kevin López en Twitter (ha coincidido varias veces en el complejo granadino entrenando con él), han alquilado sus propias cintas de correr al no haber suficientes en el gimnasio del CAR para los días de mal tiempo. Al parecer en las instalaciones solo hay una que llega a más de 20km/h.
En invierno alquilaron sus propias cintas Jakob, Filip y compañía para tenerlas allí en el módulo del CAR. Ya que solo hay una propia del CAR que llega a más de 20km/h
— Kevin López Yerga (@kevinlopezyerga) April 15, 2021
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