Mathieu van der Poel no sabe pasar desapercibido ni cuando está de vacaciones. El campeón neerlandés, dominador del ciclocross, rey del gravel y arcoíris también en ruta, decidió salir a trotar por el paseo marítimo de Jávea… y terminó firmando un 10K de 33:52, a un ritmo de 3:22/km, como quien se toma un café matutino. Un entreno que para la mayoría sería récord personal, para él es apenas un “desconectar” junto al Mediterráneo.
Pero lo más interesante no es solo la marca. Es lo que podría venir después.
¿Mathieu van der Poel rumbo a un IRONMAN?
Lo que parecía una simple broma en redes sociales se ha convertido en tema de debate en el mundo del endurance. Todo nace de una apuesta en Instagram junto a su amigo y compañero de entrenamientos Freddy Ovett: “Si el vídeo llega a 100.000 “likes”, Van der Poel se compromete a correr un IRONMAN completo (3,8 km nadando + 180 km en bici+ 42 km corriendo).
La idea no es tan descabellada como parece. Su círculo cercano lo tiene clarísimo: “Es mucho mejor nadador de lo que la gente cree. Lo hace todo bien, es un fenómeno.”
Si a su motor colosal le añades esta velocidad inesperada corriendo, la ecuación empieza a cuadrar. No sería el primer ciclista estrella en hacerlo: Greg Van Avermaet ya dio el salto al triatlón, y no sería raro ver a Mathieu seguir el mismo camino.
De 33:52 en 10K a una maratón sub 2h40
Después del 10K de Jávea, su tiempo en maratón podría rozar las 2h40 en maratón sin una preparación específica. Si lo combinamos con 180 km de bici, su terreno natural, y una natación simplemente sólida, el escenario de un debut competitivo en IRONMAN deja de ser ciencia ficción.


















































