En la semana en la que Ruth Chepngetich lograba una auténtica gesta convirtiéndose en la primera mujer en bajar de 2:10 horas en maratón, Kenia volvía a ser protagonista (triste) por el enésimo caso de dopaje. Unos días antes de lo que lograba la atleta keniata de 30 años, la AIU informaba del positivo por dopaje del ganador de la Mitja Marató de Barcelona 2023 Charles Kipkkurui Langat. En un 2024 absolutamente negro para este país africano en cuanto a doping se refiere, las últimas noticias acerca de Langat no hacen sino avivar el fuego.
Langat paró el crono en la Ciudad Condal en 58:53, récord de la prueba, y también ganó otra prueba prestigiosa como es el Medio Maratón de Lisboa. Además, cabe destacar que ese mismo 2023 fue segundo del 10k más rápido del planeta, el de Valencia con un marcón de 26:57, su mejor registro personal.
Kenia, un caos
Sin duda, otra ‘bofetada’ para el atletismo de un país manchado completamente por la lacra del dopaje. No solo eso, sino que el gobierno de Kenia informó recientemente de que por recortes presupuestarios retiraba el programa antidopaje que había puesto en marcha. En un país en el que los estandartes de pobreza son elevadísimos, la posibilidad de dar un salto económico a través del atletismo es muy golosa y las herramientas para hacer trampas y escalar con más rapidez están demasiado al alcance de los y las jóvenes atletas.
Cabe destacar que unos días atrás también fue sancionada la poseedora de la segunda mejor marca de la historia de 10k (Emmaculate Achol) por EPO.