El Maratón de Berlín 2025 dejó momentos épicos, pero uno de los más comentados ocurrió gracias a un gesto inesperado de solidaridad entre desconocidos. Jay Glidewell, un maratoniano estadounidense de 30 años estaba en plena competición cuando se encontró con el mayor obstáculo que puede sufrir un corredor: su zapatilla se rompió.
Las Nike Vaporfly 4% Flyknit que había entrenado durante meses cedieron por completo. La suela derecha se desprendió, un hecho que pasa a menudo en zapatillas con placa de carbono, dejándole con la alternativa de continuar descalzo durante más de 30 km. Un escenario de pesadilla para cualquier corredor, incluso para un atleta experimentado.
Un espectador alemán cambió la carrera
En medio de la desesperación, la suerte apareció de manera casi cinematográfica. Entre la multitud que animaba en las calles de Berlín, un espectador alemán se acercó a Glidewell. Sin pensarlo, le ofreció sus propias zapatillas…y por pura casualidad, eran de la talla perfecta.
“¡Un espectador desconocido, ahora amigo, me salvó de un desastre total!”, escribió Glidewell en redes sociales. “Me prestó amablemente su zapatilla derecho, y no podría estar más agradecido”.
Se ofreció a darle ambos zapatos, pero solo necesitaba el derecho. Gracias a ese gesto, pudo continuar su carrera y cruzar la meta con un tiempo de 3:10:33.
La prueba no había terminado
La historia no terminó allí. En el kilómetro 38, la zapatilla izquierda de Glidewell también falló, obligándole a completar los últimos cuatro kilómetros con un calcetín y la zapatilla derecha que le habían prestado.
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