El noruego Jakob Ingebrigtsen atraviesa un momento delicado de su carrera. Tras meses marcados por las lesiones, reconoce que todavía queda trabajo por hacer si quiere competir al máximo nivel en los próximos Campeonatos Mundiales de Tokio. Sin embargo, pese a las dudas físicas, su ambición permanece intacta: “Si estoy en la línea de salida, sé que soy candidato al oro”.
Una temporada interrumpida por las lesiones
El verano de 2025 ha sido atípico para el atleta de 24 años. Después de brillar en la pista cubierta, donde encadenó títulos europeos y mundiales en 1500 y 3000 metros, un viejo problema en el tendón de Aquiles reapareció y lo dejó fuera de la competición al aire libre durante meses. Ingebrigtsen admite en una charla con medios internacionales que la situación ha sido difícil: “Esta temporada ha sido bastante mala para mí… este es prácticamente el peor escenario posible, porque he tenido que quedarme en casa viendo cómo transcurría toda la temporada. Soy un competidor y, para competir, hay que participar”.
Ahora, tras intensas semanas de entrenamiento, ha sido incluido en la selección noruega para Tokio, donde tiene previsto doblar en 1500 y 5000 metros. El reto es mayúsculo, pero asegura que progresa: “Definitivamente estoy corriendo contra el reloj para llegar al campeonato mundial pero, al mismo tiempo, si estoy en la línea de salida, por supuesto que intentaré ganar y creeré que puedo ganar. Definitivamente estoy mejorando mucho, día a día, y durante las últimas dos semanas he estado significativamente mejor que el resto del verano”.
Tokio, un escenario con recuerdos
El Mundial en Japón supone un regreso especial para Ingebrigtsen. En el mismo Estadio Olímpico conquistó el oro en 1500 metros en 2021. Curiosamente, esa es la única distancia que se le ha resistido en campeonatos mundiales al aire libre: cuarto en Doha 2019, plata frente a Jake Wightman en 2022 y de nuevo subcampeón tras Josh Kerr en 2023. La cita de este mes es, por tanto, una oportunidad para cerrar un círculo.
El noruego, consciente de que la preparación no ha sido la ideal, no renunciará a su estilo agresivo en carrera: “Si estoy en la línea de salida con un dorsal en el pecho y zapatillas de clavos, haré lo que siempre he hecho y adoptaré el mismo enfoque de siempre”.
Rivales cada vez más duros
La competencia en Tokio será feroz. A los ya conocidos Kerr y Wightman se suman corredores emergentes como el estadounidense Josh Hoey, el olímpico Cole Hocker, además de dos jóvenes talentos llamados a marcar el futuro de la disciplina: el holandés Niels Laros y el keniano Phanuel Koech.
Rehabilitación con mentalidad competitiva
Lejos de las pistas, el noruego ha encontrado una forma de mantener viva su esencia de competidor. El entrenamiento alternativo, especialmente el aquarunning, se ha convertido en su aliado para no perder la chispa: “Compito a diario, y lo he hecho toda mi vida de una forma u otra… si haces aquajogging, no tienes la misma carga ni la misma fatiga que de costumbre, así que puedes esforzarte al máximo… esa ha sido mi competencia: ‘¿Cuánto tiempo puedo aguantar hoy sin parar? ¿A qué velocidad puedo ir? ¿Qué frecuencia cardíaca puedo alcanzar?’”.
Esa intensidad en la preparación le ha permitido volver a correr en buenas condiciones: “He intentado intensificar mi entrenamiento alternativo al máximo, pero eso también me ha beneficiado mucho cuando he podido volver a correr, porque, en cuanto a mi estado físico, estoy en un punto relativamente bueno”.
El regreso a la gran escena
Pese a la incertidumbre, el noruego sabe por qué se exige tanto: “No hay nada como correr en el escenario más importante, y esa es obviamente la razón por la que hago esto… nos encanta la competición, nos encanta perseguir victorias y luchar contra los mejores corredores del mundo”.
Tras meses de ausencia, volver a medirse con los rivales que lo han desafiado en los últimos años será su verdadera motivación: “Eso es algo que he podido hacer de forma constante durante muchos años, y tras un largo periodo sin hacerlo, definitivamente es algo que me falta, pero por eso estaba muy motivado para volver y hacer lo que se requería de mí”.