“Si estoy en la salida, soy candidato al oro”. Eso dijo hace unos días Jakob Ingebrigtsen sin despejar del todo las dudas sobre si participaría finalmente en los Mundiales de Tokio. Sus presagios no se cumplieron puesto que el noruego, en la primera ronda clasificatoria de los 1.500 metros, quedó eliminado sin avanzar a las semifinales para sorpresa de todo el ecosistema del atletismo internacional. Ingebrigtsen (Sandnes, Noruega; 2000) es, a sus 24 años, una de las grandes estrellas del atletismo mundial, por títulos y carisma. Todo lo que hace es noticia y su nombre vende por sí solo.
Este año, tras lograr los dobletes en 1.500 y 3.000 en pista cubierta en los Mundiales de Nanjing (China) y los Europeos de Apeldoorn (Países Bajos), no había vuelto a competir. Seis meses. De marzo a septiembre. Una lesión en un tendón de Aquiles frenó su progresión y no volvió a entrenarse hasta julio, en la altitud de St.Moritz (Suiza), por eso las incógnitas sobre su rendimiento eran muchas. Su objetivo en Tokio era ponerse un dorsal, “disfrutar” como hizo hace cuatro años en los Juegos, aunque fueron en época de pandemia, y ampliar un palmarés que incluye, al aire libre, dos oros olímpicos en Tokio 2020 (1.500) y París 2024 (5.000), otros dos mundiales en 5.000 (Eugene 2022 y Budapest 2023) y seis europeos al aire libre y tres continentales de cross. No pudo ser.
Revés a la primera
El noruego sufrió un duro revés a la primera de cambio. En la cuarta serie de clasificación de los 1.500, y con todas las miradas puestas sobre él, quedó eliminado. Nunca se sintió cómodo en carrera y, cuando hubo que cambiar de ritmo en la última vuelta, las piernas no le respondieron como siempre, con esa manera de esperar rezagado para después ir pasando rivales hasta la victoria. Al noruego se le vio sufrir en pista y, sin ritmo competitivo, se vio superado por sus rivales. Finalizó octavo con 3:37.84 y dijo adiós de forma amarga a los 1.500 metros de los Mundiales de atletismo.
Una distancia que parece maldita para él en estos campeonatos ya que tanto en Eugene 2022 como en Budapest 2023 fue subcampeón. Al llegar a meta balbuceó en voz alta lamentando el resultado. Miró al cielo constantemente y se le vio contrariado. No contaba con una eliminación y menos tan temprana. Ahora toca esperar para ver qué decide. La idea inicial era doblar y correr también los 5.000 metros pero este revés puede que le haga repensar las cosas.
Ben, a ‘semis’
El gallego Adrián Ben fue el único de los tres españoles que participaron en la primera ronda de clasificación de los 1.500 metros de los Mundiales de Tokio que logró el pase a las semifinales, puesto que el aragonés Pol Oriach y el catalán Carlos Sáez quedaron eliminados al no acabar entre los seis primeros de sus respectivas series. Adrián Ben, en su cuarto Mundial pero en el primero corriendo 1.500 -antes 800-, cumplió con solvencia en su serie, muy lenta de ritmo, y logró el pase a las semifinales con un quinto puesto (3:42.27).
“Estoy contento y muy feliz. La carrera ha sido difícil y he intentado gestionarla de la mejor manera posible. He intentado tener piernas, evitar tener todo tipo de golpes y hacer una carrera limpia. Ahora tengo una semifinal para soñar bien fuerte”, dijo Ben, al término de la prueba. Menos fortuna tuvieron los otros dos españoles, ambos debutantes en un Mundial en un escenario tan imponente como el Estadio Olímpico de Tokio. Pol Oriach se despidió en la primera carrera tras ser noveno (3:37.43), en una serie que dominó uno de los candidatos al podio, el noruego Narve Gilje Nordás (3:35.90).
“Estoy bastante contento con mi actuación aunque esperaba más. Sabía de las posibilidades en esta carrera, tenía que hacer la mejor de mi vida y dar la sorpresa a muchos, pero me he visto competitivo. Es la carrera de más nivel que he hecho hasta ahora. Ojalá esto me abra puertas para el futuro. Ha sido un año muy bueno, he disfrutado de entrenar y competir y creo que ha sido un cierre bueno por llegar a este campeonato y verme competitivo. Estoy con muchas ganas por lo que viene porque esto es el comienzo”, dijo.
Carlos Sáez tampoco tuvo fortuna en su serie y, con un tiempo de 3:40.61, finalizó décimo y eliminado junto a uno de los favoritos al podio, el noruego Jakob Ingebrigtsen, que pagó la inactividad de no competir al aire libre este curso tras una lesión y concluyó octavo. “La carrera ha sido complicada. Desde el principio me he encontrado mal sin saber por qué. La temporada ha sido muy positiva, he bajado cinco segundos mi marca, y creo que tengo mucho margen de mejora y tengo que seguir trabajando para estar en grandes finales”, comentó.