Inicio Entrevistas Àlex Pintado se rehace del golpe: “He aprendido que no sirve de...

Àlex Pintado se rehace del golpe: “He aprendido que no sirve de nada lamentarse”

Tenemos con nosotros a Àlex Pintado, uno de los atletas más prometedores del panorama nacional, que está en plena recta final de una lesión grave, un contratiempo que ha vivido en su carrera que ha empezado ya con muchísima fuerza. Empezamos por saber cómo te encuentras, actualízanos en qué fase estás.

Bueno, ahora ya estoy en una fase final. Empecé corriendo en la cinta del Alter G. Las primeras veces fueron muy especiales porque es como que volvía a sentir el correr, y ahora llevo seis semanas, yendo progresivamente, porque forma parte de mi recuperación.

Muscularmente evidentemente no estaba con el tono como para empezar de golpe, y poco a poco he ido cogiendo más kilómetros, más ritmo. Ahora mismo aún quedan algunas semanas para volver a la normalidad, pero creo que he mejorado, he ido viendo progreso. Estoy ilusionado, creo que podré llegar bien a esta temporada; no sé si habrá pista cubierta o aire libre, pero al final esta temporada me ha quitado presión.

Entrevista completa

Te han pasado muchísimas cosas en poco tiempo. Ese bronce mundial sub-20, medallas internacionales importantes, récords de Europa… y de golpe viste un poco truncado todo esta vorágine, ese crecimiento, por esta lesión. ¿Cómo, a nivel mental y emocional, has podido gestionar todo esto que te ha pasado?

Me lo he tomado como que no había otra. Lo que ha pasado…si me pongo a pensarlo, tuve mucha mala suerte, pero al final todo lo que pueda pensar cada noche antes de ir a dormir no lleva a ningún sitio. Solo ha quedado ir hacia adelante y volver a donde estaba.

“Empecé en el atletismo casi por casualidad, después de dejar el fútbol.”

Ahora viajemos un poco a tus inicios en el atletismo, que te viene un poco de cuna, de genes. Pero aún así, empiezas tarde, ¿no? ¿Cuáles son tus primeros recuerdos con el atletismo?

Bueno, yo me acuerdo que en mi primer año elegí hacer atletismo porque venía del fútbol. Lo que pasa es que hubo un último año en el que me di cuenta que no me gustaba del todo. Cuando lo dejé, evidentemente mis padres me dijeron: “Algún deporte tienes que hacer”.

Yo había hecho judo, que me había gustado, pero quería probar algo nuevo. Sabía que más o menos el atletismo se me daba bien por algún cross que había corrido. No tan bien, pero sabía que algo se me daba…Empecé ese primer año y he ido progresivamente. De hecho, el primer año entrenaba prácticamente nada y aún así, en aire libre, conseguí hacer una medalla: fui segundo de España en mil metros sub-16. A partir de ahí, el segundo año ya me cogió Domingo, entré en el grupo y he cogido esa dinámica. En el grupo tenemos muy buen rollo, entonces me he ido enamorando del atletismo.

Eso te iba a decir. Es curioso: haces una medalla sub-16 sin apenas haber entrenado de forma seria. ¿Qué llevabas entrenando cuando haces la primera medalla?

Llevaba un año, pero ya te digo, fue un año en el que empecé en septiembre y entrenaba como mucho dos días. Igual no iba ni a rodar un tercero. Luego, en marzo, empecé a entrenar algo más, pero hacía tres días como mucho. Además, coincidía un poco con el final de la pandemia. Cuando hice la marca de 2:36, me puse primero del ranking. Entonces ya sí que empecé a entrenar más, pero tampoco había hecho ninguna base. Fue una temporada un poco de conocerme. Con Llorenç Sales, que evidentemente me entrenaba bien, era mi primer año, así que era un poco de escuela sin tomármelo demasiado en serio.

‘Mi objetivo es llegar lo más lejos posible, sin ponerme límites’

Y en casa, ¿ya intuían que tenías buenos cimientos, que podías convertirte en un atleta con futuro?

Más allá de lo que yo había visto, sabíamos por algún cross o por alguna carrera que se me daba bien. La sorpresa fue ese 2:36. Me acuerdo que era mi primer mil y pensaba: “Si hago 2:50 ahora para empezar, ya iré bajando”. Pero pasé el primer 600 en 1:30, y mi padre estaba ahí diciéndome que estaba loco, porque mi mejor marca en 600 era 1:29. Luego peté, pero igualmente hice 2:36. Ahí se sorprendió mi entrenador, me sorprendí yo… fue muy loco.

¿Qué es lo más útil que crees que te han enseñado tus padres, y qué consejo no has seguido?

En mi casa se vive bastante el atletismo, porque todos lo practicamos. Pero nunca me han forzado. Creo que lo que más valoro es eso: que siempre he sido yo quien ha decidido hacer atletismo. Nunca me obligaron a hacer nada ni porque se me diera bien ni por ilusión suya. Todo ha sido muy natural.

Tu camino se cruza con el de Domingo Lopez, tu entrenador. ¿Cómo fueron esos inicios y cómo empieza esa relación?

Empezó ese segundo año. Mi antiguo entrenador, Llorenç Sales, se marchó porque estaba becado y volvió a su lugar de origen. Aprovechando que mi hermano se pasaba del sprint al mediofondo y se unía al grupo de Domingo, yo también me fui con él. Al principio no hablaba casi nada, solo con mi hermano, porque soy bastante tímido. Luego ya fui cogiendo confianza con el grupo, que es gente muy buena. Domingo siempre me ha tratado con mucho cariño. Me acuerdo que al principio no me quería entrenar porque decía que era muy joven, pero al final accedió, creo que por mi padre.

Tiene fama de duro. ¿Te ha echado alguna bronca o te lleva con más cuidado por ser más joven?

Yo creo que me ha llevado con más “cojín”, como digo yo. Soy un poco el mimado, porque entré muy joven y siempre he sido de los pequeños. En ese sentido me han querido cuidar mucho, por ser hijo de mi padre y todo eso, supongo.

“Cada pequeño avance me recuerda por qué amo este deporte.”

Me dices que desde aquella medalla sub-16 ya se veía que podías llegar lejos. ¿Cuándo te das cuenta tú de que realmente puedes estar entre los mejores?

Tampoco me lo he planteado mucho. Me he ido dando cuenta poco a poco, profesionalizando cosas y dándome cuenta de que cada vez me gusta más el deporte. No hay un momento exacto, pero quizá cuando gané la medalla sí sentí que podía aspirar a más.

Dices que te has ido enamorando del atletismo. ¿Cómo es eso exactamente?

No creo en un enamoramiento idealizado. Creo que me gusta tanto por cómo me ha tratado mi entorno y por el grupo que tengo. El grupo influye muchísimo para que te guste un deporte, y en el atletismo más todavía. Es muy importante estar bien rodeado, porque al final en este deporte se sufre mucho. Tener un grupo con el que puedas pasarlo bien y compartir objetivos lo cambia todo.

“Aún no sé si seré mediofondista o fondista, pero el 3000 me encanta.”

Desde muy joven se te considera una gran promesa del atletismo nacional. ¿Cómo llevas todos esos titulares y expectativas?

Intento no ponerme presión. Ni a mí mismo ni dejar que lo de fuera me la ponga. No tengo que parecerme a nadie ni cumplir expectativas ajenas. Solo intento elegir el camino que me lleve más lejos. No pienso en un lugar concreto al que llegar, sino en hacerlo lo mejor posible. Los objetivos están bien, pero no cumplirlos no significa fracasar. Mi meta es simplemente llegar lo más lejos posible.

¿Te ves más como un medio fondista clásico o como alguien que podría dar el salto al fondo, al 5000, por ejemplo?

Creo que seré más tirando a largo, pero eso lo dirán los años. Me gusta el 3000, así que puede que más adelante me pase al 5000 o lo compagine.

Y dentro de cinco años, ¿cómo te gustaría verte como atleta?

En cinco años me gustaría profesionalizarme lo máximo posible. Ser constante, seguir creciendo y consolidarme como atleta.

Vamos con un test rápido de preguntas cortas.  ¿Zapatillas favoritas para entrenar?

New Balance FuelCell Rebel v5

¿Y para competir?
Las de clavos.

¿Entrenamiento favorito?
Series de 1000.

¿Entrenamiento más odiado?
Series de 3000.

¿Ejercicio que no puede faltar en tu rutina?
Abdominales.

¿El momento en que sentiste que estabas de vuelta?
Seguramente el primer entreno con el grupo.

¿Canción que no falta en tu playlist antes de entrenar?
La vida a cañón.

 ¿Manía o ritual antes de competir?
Comer arroz con pollo.

¿Lugar favorito para entrenar?
Torre Marimón.

¿Quién ha sido tu mayor apoyo durante la lesión?
Todo mi grupo y mi familia.

¿Un referente deportivo?
Attaoui.

¿Un ídolo ya retirado?
Mi padre.

¿Objetivo a corto plazo?
Volver a mis marcas.

¿Sueño a largo plazo?
Juegos Olímpicos.

¿Una palabra que defina tu regreso?
Ganas.


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de LBDC

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí