Hay zapatillas que simplemente te pones… y luego están las que te cambian la forma de moverte. Y sí, me pasa con más modelos de los que debería admitir (gajes de escribir sobre running), pero lo de las nuevas Joma Flexy Barefoot va un poco más allá. No sólo porque representan la entrada oficial de Joma en el universo barefoot, sino porque llegan acompañadas de una embajadora que no deja indiferente a nadie: Cristina Pedroche.
Las Flexy, pero en versión libre (de verdad)
Si ya conocías las Flexy “de toda la vida”, esas inspiradas en las míticas Top Flex de futsal, imagina lo mismo pero llevado a la filosofía barefoot: suela ultraflexible, cero artificios, una puntera amplia que deja a los dedos hacer su vida… y una sensación de libertad que engancha.
La parte superior mantiene el look limpio y elegante de la Flexy original, con piel reciclada que además le da ese punto sostenible que siempre suma. La plantilla de transición ayuda a quienes están empezando en esto del calzado respetuoso y, en conjunto, tienes una zapatilla pensada para el día a día: ciudad, trabajo, recados, ocio… y para gente que quiere sentir más el suelo sin perder estilo.
Pedroche y el barefoot: una historia inesperada (y bastante real)
Durante la presentación oficial, Pedroche lo dejó claro: “Joma Barefoot es la campaña de mi vida”. Puede sonar grande, pero su relato es mucho más terrenal. Empezó con una molestia en el pie, esa típica chapa de cualquier runner o deportista ocasional. Lo que no esperaba según contó, es que al probar un modelo barefoot la sensación fuese tan liberadora que ya no hubiera vuelta atrás.
Y lo interesante es que no lo enfoca solo como un tema estético o de comodidad, sino también de salud y, sobre todo, de prevención: “Es clave para los niños”, insistió. Una idea que cada vez suena más fuerte entre profesionales del movimiento natural.
Un lanzamiento que huele a cambio de filosofía
Joma no ha entrado en el barefoot “a medias”: ha lanzado una categoría completa, desde modelos casual como estas Flexy Barefoot hasta opciones deportivas (sí, también habrá para running que es lo que nos atañe, y pádel) con tecnologías como Zero Drop, suelas ultraflexibles o plantillas antibacterianas de transición. Incluso habrá versiones Foot-Shape para futsal, respetando la forma natural del pie.
Lo llamativo es que hablamos de una marca con 60 años de historia, profundamente ligada al deporte tradicional, que ahora decide ampliar su ADN hacia el movimiento natural. Y lo hace con un mensaje claro: “Libre y natural”.
El look también cuenta
Pedroche aparece combinando las Flexy Barefoot con prendas de la colección Mimetic: tonos naturales, cortes minimalistas, rollo urbano pero muy wearable. Nada estridente, todo muy fluido y fácil de integrar en el día a día. Y, sinceramente, creo que eso va a hacer más por normalizar el barefoot que cualquier argumento de biomecánica. Sólo queda ver si habrá algún modelo capaz de combinar con la capa de Ramón García.
¿Y qué significa esto para quienes corremos?
No, las Flexy Barefoot no son unas zapatillas de running. Son para caminar, para el día a día, para fortalecer el pie y para integrar el movimiento natural en la vida cotidiana. Pero quienes venimos del mundo del running sabemos que el pie fuerte es un seguro de vida para evitar lesiones. Y que la transición al barefoot se hace mejor fuera del entrenamiento que dentro.
En ese sentido, que una marca mainstream dé este paso es una noticia grande: porque normaliza, educa y abre camino.
En resumen
Las Flexy Barefoot llegan como una puerta de entrada amable al barefoot, con estilo, sostenibilidad y una embajadora que no solo posa: cree de verdad en esto. Y Joma, que ya era gigante en el deporte, se asoma ahora al movimiento natural con ganas de quedarse.
Y puede que, dentro de unos años, miremos atrás y pensemos: “El cambio empezó aquí”.
