Hay gente que nace con un don para el deporte. Capaz de triunfar en una disciplina tan dura y desagradecida como el ciclismo y, a su vez, lograr marcas importantes en atletismo. Es larga la lista de ciclistas que han hecho incursiones en pruebas de pista o ruta o viceversa. Normalmente, es una buena preparación para los ciclistas para coger el tono o simplemente les gusta también competir con el reloj ajustado a su muñeca y a tirar de patas, algo a lo que no están acostumbrados.
Sin ir más lejos, Remco Evenepoel participó en una media maratón en Bruselas, completándola en el excepcional tiempo de 1h16, Tom Dumolin corrió la Media de Amsterdam en 1:10, Pidcock un 5k en 13:25. Marcas muy considerables. Otro que apuntaba maneras en el atletismo era Michael Woods. El canadiense, que tiene en su palmarés una etapa del Tour de Francia de 2023 y lidera el equipo Israel-Premier Tech, es el plusmarquista nacional sub’20 de la milla y de los 3.000 metros. Palabras mayores.
Recuerdo
Woods ha colgado una foto recientemente en su cuenta de Instagram conmemorando los 20 años desde que lograra el Récord Júnior de la milla (3:57:43). Aprovechó que su compatriota Robin Lefebvre estuvo a punto de arrebatárselo (3:58:65) para recordar lo que logró un 28 de julio de 2005.
Woods sigue dando caña a sus 38 años y mantiene, dos décadas después, un récord muy meritorio. Apuntaba a cosas grandes en el atletismo, pero una grave lesión le hizo pasarse a las dos ruedas. No le ha ido nada mal…
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