Inicio Noticias “Veo la vida con ojos de adulto a los 19 años. Y...

“Veo la vida con ojos de adulto a los 19 años. Y no son ojos tristes”

Unai Naranjo, de 19 años, es un atleta de Puertollano becado en Madrid que representará a España en el Campeonato de Europa de cross. “He trabajado para ganar”, dice. 

El jueves tiene examen. Esta tarde estaba estudiando fiscalidad empresarial. En la habitación 531 de la residencia Blume, donde vive Unai Naranjo, que será uno de los atletas que representarán a España en el Europeo de cross sub-20 (8 de diciembre). “Nunca he doblado ni he llegado a los 100 kilómetros semanales”, explica Unai, natural de Puertollano y domiciliado en Madrid desde el año pasado. “Me gusta trabajar pero de forma inteligente”.

¿Y quién es Unai Naranjo?
Soy un chico que sueña en grande y que algún día quiere ser campeón olímpico. Te doy el titular para empezar. Pero me ha dicho Antonio Serrano (mi entrenador) que sea valiente en la entrevista y que diga las cosas tal y como las pienso. Y no quiero ocultar lo que pienso.

¿Y eres tan valiente corriendo?
Creo que sí Siempre intento demostrarlo. Vengo de Castilla La Mancha. Tengo un buen profeta como Chiki Pérez. Para mí, el atletismo es espectáculo, es vida, es emoción. Y yo tengo la oportunidad de compartir lo que hago con la gente. Y si a la gente le gustan los atletas que atacan yo intento ser uno de ellos.

19 años. 
Siempre me han dicho que se me da bien hablar. Me preparo para ello y esta entrevista es una oportunidad para mí, para transmitir lo que siento. Quiero que la gente me vaya conociendo. Me gustaría ser algún día una referencia. Sé que para eso queda mucho. Pero también sé que, en general, si uno quiere se puede.

¿Estás convencido?
Totalmente convencido.

¿Y cómo empezó todo?
En la escuela del pueblo. Empecé con Javier Bermejo jugando al atletismo. Con 13 años hacía fútbol. Era defensa central.  Pero un día, mientras entrenábamos,  vi a mis compañeros de atletismo hacer series. Entonces sentí que yo quería estar ahí. Desde entonces, cada día sueño más alto. Esa es mi misión en la vida.

Puertollano es un pueblo de gente humilde, trabajadora. 
Ya lo creo. Primero me lo enseñaron mis abuelos. Uno, que falleció hace un mes, era músico y ayudó a fundar el Conservatorio del pueblo. Y el otro, un currante de la obra. Y luego mis padres continuaron la labor. Mi padre trabaja en Repsol y mi madre es profesora de música. Y mi forma de devolverles el cariño y la posición que me han dado en la vida es con trabajo. No acomodarme.

Estudias en Madrid en una universidad privada.
Sí. Me ofrecieron una beca deportiva. Ninguna universidad me ofrecía lo que buscaba. Pero vine al CAR, donde promocionaban el CEU. Y esta beca me permite compaginar los estudios con el atletismo. No puedo tener queja ninguna porque estoy donde quiero estar.

Viviendo en la Blume. 
Lo he logrado, sí. Pero el año pasado estaba en un piso compartido con chicos que me sacaban cinco años. Ahí aprendí la vida y me convencí de lo que he dicho antes: si quieres puedes. Me acordaba de cuando entrenaba a distancia con Pepe Mareca. A las nueve de la noche me iba yo solo a la pista de  atletismo de Puertollano en invierno. Si era capaz de eso, ¿por qué no iba a ser capaz de sobrevivir o de adaptarme a Madrid?

Te adaptaste. 
He aprendido a conocerme a mí mismo; a hacer cosas como lavar la ropa o hacer la compra que no es lo más habitual a los 18 años; o a tener la tranquilidad de llamar a casa a mis padres y saber que están bien. Por eso digo que veo la vida con ojos de adulto a los 19 años. Y no son ojos tristes, pero, para mí, la madurez es aprender a vivir porque, por lo demás, sigo siendo el niño que fui.

¿Y qué puede pasar en el Europeo de cross?
Estoy muy bien física y mentalmente. No tengo miedo. Se que tengo rivales duros.  Pero nadie ha trabajado como yo. Saldré a ganar. Sé que está Niels Laros. Pero yo voy a intentar pelear la medalla de oro. Si no tenemos retos, ¿al final qué hacemos aquí? Yo quiero ser el mejor en lo mío.

Con 19 años.
Pero he tenido gente que me ha enseñado muy bien. Sin ir más lejos, ahora Antonio, mi entrenador. Me ha enseñado a no preocuparme, a no tener prisa, a ir poco a poco, a confiar en su método. Esa es la clave del éxito. Estoy tan convencido que yo espero y cumplo órdenes.

¿Y así será suficiente?
Sí. Somos gente sencilla. Hay quienes me dicen que Antonio y yo nos parecemos. Y, por lo que me cuenta, si yo hubiese vivido su época de atleta creo que hubiese tratado de ser como él. Además, los dos somos de La Mancha (risas).

Y en tu caso ya venías enseñado por Pepe Mareca.
Ya lo creo. Cuando empecé a entrenar con él, Pepe aún no se había jubilado. Se levantaba a las seis de la mañana para ir a trabajar y me enviaba el entreno que debía hacer ese día. Me transmitía tranquilidad, paciencia. Me decía, ‘Unai, tener paciencia funciona’. Hoy creo que le cuento a Pepe todas las novedades casi antes que a mis padres. Pero así fue capaz de llegar ese hombre en mi vida.

“Tener paciencia funciona”.
Creo que tengo una vida ajetreada. Pero no me altero. Por el 80% de las cosas por la que te preocupas, luego no pasan. Sólo espero que la suerte me respete. Voy a trabajar al máximo.

Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de LBDC

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí