Correr la Marató de Barcelona es como enfrentarse a una paella de bogavante: si te lanzas con ansia como si no hubiera un mañana, acabas atragantado y sufriendo.
Por eso, aquí te traemos tres tácticas diferentes de afrontar los 42 kilómetros sin que tu dignidad (ni tus piernas) acaben por los suelos.
1. La táctica del “Pac-Man” (o la progresiva)
Consiste en empezar con calma, dejar que los ansiosos se quemen solos y, a partir del kilómetro 30, empezar a devorar rivales como si fuesen fantasmitas azules (referencia boomer).
Esta estrategia requiere autocontrol al inicio y un entrenamiento que garantice un final fuerte.
Si lo haces bien, en la segunda mitad de la carrera sentirás la dulce venganza de adelantar cadáveres deportivos que antes te pasaron como si fueran un Kipchoge en oferta.
- Para quién es: Pacientes, estrategas y gente con complejo de hunter.
- Riesgo: Si te pasas de conservador, puedes acabar con energía de sobra y un tiempo mediocre.

2. El “Tren de Alta Velocidad” (ritmo constante)
Este es el favorito de nuestro club de running, y el que intentamos que nuestros corredores y corredoras lleven a cabo.
La clave es clavar un ritmo desde el principio y no salirse del guion. Nadie dice que sea fácil, pero ahí está la gracia de haber cumplido con un planning de preparación para maratón a rajatabla.
Se trata de encontrar el ritmo adecuado para tu estado de forma y capacidad para convertirse en un reloj suizo con patas.
Si tienes una buena preparación y no te dejas llevar por la emoción de la salida, es la forma más eficiente de conseguir tu mejor tiempo sin morir en el intento.
- Para quién es: Corredores y corredoras de clubs de running, y gente autónoma con un autocontrol de monje budista.
- Riesgo: Si calculaste mal el ritmo y era demasiado ambicioso, los últimos 10 kilómetros pueden convertirse en una peregrinación hacía tu sufrimiento interior.

3. La táctica del “Vamos a ver qué pasa” (o la kamikaze)
El plan es sencillo: sales rápido, corres con el alma y rezas para que las piernas aguanten.
Parecerá una locura, pero no será la primera vez ni la última que la vemos. Esta estrategia es una moneda al aire, pero si tienes el día bueno, puedes llegar a reventar tu marca personal.
Eso sí, las posibilidades son mínimas y si te pasas de valiente, acabarás caminando antes del kilómetro 35, viendo tu sueño desvanecerse como un gel energético derretido en el bolsillo.
- Para quién es: Audaces, optimistas patológicos y gente que disfruta jugando con fuego.
- Riesgo: Altísimo. Puedes volar o puedes explotar antes de la meta.
Elige tu propia aventura
Cada estrategia tiene su público y depende de la personalidad, la preparación que hayas llevado a cabo (si has tirado de entrenador de running o no) y tu tolerancia al sufrimiento.
Lo importante es que elijas bien, entrenes con cabeza y recuerdes que, en la Marató de Barcelona, la verdadera victoria es cruzar la meta con ganas de repetir.