Con la inquietud propia del invitado en un escenario donde se forjan grandes atletas visitamos al nuevo dominador del fondo español, Antonio Abadía Beci. El lugar, las pistas de atletismo “Corona de Aragón” de Zaragoza donde entrena habitualmente. Heredero de la popularidad de grandes fondistas aragoneses como Eliseo Martín y los hermanos García (Roberto y Carlos), Toni Abadía abre un nuevo capítulo en mayúsculas, dirigiendo la cadencia de su zancada con firmeza y aplomo.
Acaba de conseguir el Campeonato de España de Cross, 10.000 en pista y 10k en ruta prácticamente de una tacada. Si estos logros son equivalentes al mayor de los éxitos en el panorama del fondo nacional aún lo es más el hecho de volver a su día a día como si nada hubiera cambiado. Hablar con él es hacerlo de pasión y humildad, de la importancia del equipo que le acompaña (familia, entorno, entrenador, compañeros), respeto al atletismo y muchos sueños. Uno destacada por encima del resto, poder asistir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El despertar ya tiene lugar y fecha. El 22 de mayo, en Hengelo, intentará la mínima en la prueba de 5000 metros donde espera obtener esa “gran marca que todavía está por llegar”. Repasamos las claves de su temporada.
Empiezas la temporada de cross en clara progresión, con vistas al Campeonato de Europa de Hyères (Francia). A pocas horas de la competición debes renunciar por una inoportuna indisposición. ¿Qué pasa en ese momento por tu cabeza?
Sentí ese escalofrío que no deseo a nadie. Fue la noche del jueves al viernes , a 72 horas de la carrera. Tuve que decidir si renunciaba a correr el campeonato Europa de Cross por el que tanto había luchado. Estaba machacado, un virus se cebó conmigo; vómitos, fiebre, me costaba respirar de la congestión. En la sala de urgencias del hospital tomé una de las decisiones más complicadas de mi carrera, renunciar a algo por lo que había luchado tanto y más aún cuando toda la planificación fue perfecta…Estaba en el mejor momento de forma de mi carrera. Me preguntaba si había hecho algo mal, si no me había cuidado lo suficiente y había hecho para que mis defensas estuviesen bajas. Las lágrimas eran difícil de contener…[su voz denota un momento amargo] viendo la cara de mi madre, intentando distraerme y haciendo malabares para que me afectase lo menos posible.
¿Qué pasa a partir de entonces?
Mi entrenador, Jose Luis Mareca, me decía que el cupo de infortunios ya se había cubierto esta temporada. Me prometí ese mismo día que iba a vengarme de mí mismo, ya que había sido mi cuerpo el que me había fallado en el momento clave, extremando todos los cuidados posibles.
“En el Cross me atreví a llevar una vez más a mi cuerpo al limite, ya no me importaba desafiarlo”.
Corrí la San Silvestre Vallecana sin encontrar ese punto de buenas sensaciones. Después llegó el Cross de Amorebieta que nos sirvió de punto de inflexión. Entonces decidimos que íbamos a ir específicamente a preparar el mes de marzo, acumulamos bastante bien y en el Cross de Itálica ya salió muy buena carrera, siendo el primer español. Luego llegó Elgoibar donde completé una de las mejores carreras del año y, por último, Lasarte, consiguiendo ser cuarto clasificado con corredores africanos de primer nivel. Me consolidé en el Campo a Través perdiendo el miedo a los africanos, impulsado por la motivación de estar corriendo en campo propio. Me atreví a llevar una vez más a mi cuerpo al limite, ya no me importaba desafiarlo.
Entre tanto corrí un 3.000 en pista cubierta sin hacer una preparación específica. con un pequeño entreno de calidad para ver cuál era nuestro sitio.
Y llegó el momento más esperado….
Exacto, el Campeonato de España de Cross, el que nadie se quiere perder y que en esta ocasión se celebraba en mi tierra, Calatayud. Las cuatro semanas de entrenamiento previas nos vinieron bastante bien. Despejado de competiciones – no participé en el Campeonato de España de Clubs en el hipódromo de la Zarzuela ni en el Cross de Cáceres-, los entrenamientos iban por el buen camino. Hicimos un entrenamiento junto a Said Aitadi, que acababa de proclamarse campeón de España de Clubs, que me permitió medir mi estado y llegar a Calatayud sabiendo cuál era mi sitio.
Con un público entregado, rodeado de familia y gente de tu entorno…parecía tu campeonato. Con más simbolismo, si cabe, tras la desagradable secuencia del Campeonato del año anterior en Alcobendas, donde lograste el subcampeonato y posteriormente el título al ser descalificado el ganador, Mohamed Marhoum, por consumo de substancias dopantes. ¿Cómo viviste el campeonato?
En el circuito de la vega del Jalón de Calatayud no solo me apoyaban aragoneses sino el resto de atletas y aficionados que habían seguido mi temporada, con el momento de bajón por la renuncia al europeo y por mis actuaciones posteriores, sobre todo en Itálica, Elgoibar y Lasarte.
El público parecía empujarme como si fuera una ráfaga de viento, mi madre me decía que si tenía ganas de correr…¡pero como no las iba a tener! También es cierto que tenía mucha rabia contenida del año anterior. Cuando conseguí la victoria me tapé la cara con las manos; conseguí el sueño de cualquier atleta que ha vivido intensamente el Cross desde niño. El título del año anterior, una vez se destapó la sanción a Marhoum, fue un tanto amargo. En mi cabeza rondaba que se me había privado moralmente de ese momento. Lejos de compadecerme traté de de pensar en los muchos campeonatos de España de cross que llegarían. Y me puse a trabajar con un objetivo claro: intentar recuperar la gloria que me habían arrebatado con trampas. Cuando crucé la línea de meta todo el esfuerzo fue compensado.
“El problema aparece cuando un atleta deja de pensar en el por qué empezó a correr y se deja llevar por el lucro personal”
Al hilo del dopaje, tu postura siempre ha sido clara al respecto. ¿Hay solución?
A día de hoy confío en el sistema antidopaje español, no hay que olvidar que la agencia mundial antidopaje ha lanzado un ultimátum a varios países, entre ellos España. La envergadura del problema es tal que se cuestiona la participación de Rusia en los Juegos Olímpicos de Río. Nosotros hemos tenido una postura clara ante el dopaje con el lema “tolerancia cero”. De entrada no creo que el atletismo sea un deporte en el que la gente se apunte para ganar dinero. El problema aparece cuando un atleta deja de pensar en el por qué empezó a correr y se deja llevar por el lucro personal. No lo entiendo. No vas a poder ganar toda tu vida, no vas a conseguir mínimas toda tu vida, la cuestión es saber cuál es tu límite y aceptarlo.
¿No crees en las segundas oportunidades?
No. Está demostrado a nivel científico que los efectos del dopaje pueden llegar a ser vitalicios, aún siendo residuales, aunque cumplas 4 años de sanción. Salvando las distancias, a menudo lo comparo con quien copia en un examen o con una multa de tráfico. La mayoría de veces la multa, o el suspenso, llega cuando no es la primera vez que has ido a esa velocidad o has copiado.
Así, ¿te incomoda el hecho de tener que enfrentarte al fondista Leonés Sergio Sánchez una vez cumplida su sanción?
Lo cierto es que no es agradable competir con atletas que han hecho trampas a pesar de haber cumplido sanción. La ley antidopaje permite que los atletas que han dado positivo puedan continuar con su práctica deportiva una vez cumplida la sanción así que hay que aceptarlo y no darle mayor importancia.
Campeón de España de Cross, de 10,000 en pista y recientemente de 10km en ruta en Alcañiz ¿Cuál es tu planificación a partir de ahora dentro del complejo calendario de competiciones?
Estoy en un periodo de parón competitivo hasta el 5.000m de Hengelo, el 22 de mayo, donde intentaré establecer la mínima olímpica (13:25). A finales de junio está el Europeo en Amsterdam donde parto con la ventaja de tener plaza fija en el 10.000m. Previamente, me gustaría hacer un buen papel en el 5.000 y poder reafirmarlo en el meeting con carácter selectivo, seguramente en Huelva, y así poder elegir entre las dos pruebas.
A finales de julio tenemos el Campeonato de España en Gijón que será relevante para ver las opciones de cara a los Juegos Olímpicos y en caso de conseguir la mínima ver en qué prueba tendríamos cabida. Hay que llegar con los deberes hechos y ver el estado de los rivales.
Adel Mechaal parece que se decantará por el 5.000 en Amsterdam y apuesta por el 1500 en Río…
El vigente campeón de España en 1500m y 5000m es el rival a batir por méritos propios. El hecho de preparar el 5000 y el 1500 le podría llegar a generar algún tipo de dudas aunque es un atleta de una gran fortaleza mental y física al cual veo capacitado a moverse en 3.30. El otro nivel destacado lo ocupa Ilias Fifa, con el 13:05 del año pasado. Bezabeh es la gran incógnita. Después del Campeonato de Europa de cross no se ha dejado ver excepto en su debut fallido en maratón. Seguramente gaste sus cartuchos en el 5.000m y 10.000m dónde ya tiene la mínima del año pasado. Y luego está Roberto Alaiz que por su lesión se ha visto obligado a correr el 5.000, es quinto de Europa y llegará con esa rabia contenida por su falta de competiciones que podría jugar a su favor. Aitor Fernández, Carlos Mayo y Juan Antonio Pérez son otros atletas a tener muy en cuenta en cualquier final.
Cuéntanos acerca de tu no convocatoria en la Copa de Europa de 10.000 de Mersin
Eres el hombre de moda en el fondo español. Con tantos ojos encima ¿cómo gestionas esa presión con los JJOO de Río como telón de fondo?
Bueno, esa presión no se regala sino que se consigue a base de mucho trabajo y resultados, es una forma de reconocimiento con la que debemos aprender a convivir los deportistas profesionales. El principal rival de un atleta es uno mismo. Hemos trabajado el aspecto psicológico y en ese sentido está claro que el objetivo prioritario es ir a los Juegos por encima de ser campeones de España. Vamos a poner toda la carne en el asador porque la ocasión lo merece, ya estamos en primera línea nacional, ahora hay que dar ese paso al frente, ese golpe de autoridad con una gran marca que todavía está por llegar. Nunca ha sido un corredor de grandes tiempos pero ahora la ocasión lo requiere. Si quiero entrar en ese selecto “club” debo dar un giro, con la responsabilidad de saber que España siempre ha contado con grandísimos atletas en fondo y medio fondo.
Eres un gran aficionado a las matemáticas. ¿Eso en el atletismo es una virtud o un defecto? ¿Qué pasa por tu cabeza en el 10.000 del Campeonato de España en Maia cuando te quedas solo a falta de 10 vueltas?
El problema es que siempre sabes a cuánto tienes que ir por vuelta, en un 10.000, 5.000, incluso en el 3.000 del mitin en Zaragoza dónde se calculan los pasos por vueltas de 180 metros (sonríe). Trabajamos con gran cantidad de datos: umbral anaeróbico, niveles de lactato, tiempos de los entrenamientos en función de los ciclos y esa forma de trabajar implica un método cuantitativo. Tanto en el entrenamiento como en competición entra en juego el aspecto psicológico pero los tiempos siempre están ahí. A menudo durante el entrenamiento debes acariciar ritmos de competición, o incluso incrementarlos, reduciendo la recuperación, que te den esa seguridad y confianza necesaria. Las sensaciones son importantes pero estas deben ir refrendadas con datos.
Durante la competición reconozco que no disfruto cuando me toca hacer cálculos. Me gusta guiarme por sensaciones aunque muchas veces tienes que olvidarte de cómo te encuentras tú y pensar exclusivamente en el crono. Aunque debo decir que generalmente las mejores carreras han salido sin mirar el reloj…
Desde el punto de vista técnico, ¿cuál es tu planificación a partir de ahora teniendo en cuenta el rompecabezas del calendario?
Ahora estoy en un periodo de carga para coger fuerza que nos permita afrontar el resto de temporada. Estamos en una mini pretemporada durante el mes de abril y las dos primeras de mayo, dónde primará la acumulación sin olvidar los ritmos rápidos, teniendo en cuenta la proximidad de las competiciones. Queremos contar con cierto margen en caso de tener que ganarle segundos al crono. Del año pasado he aprendido que hay que escoger bien la competición, con liebres más accesibles.
¿Cuál es el entrenamiento que que te da más confianza?
El entrenamiento específico que me causa más simpatía son las series de 1.000 a 2:40 largos o 2:50. Las de 2000 ya se me hace un pelín largas. Los 500 también ocupan un lugar destacado. Antes del Campeonato de España de 10.000 en Maia hice 10 series de 900 recuperando un minuto donde el ritmo por kilómetro más lento fue de 2:46.
Qué cualidades destacas de tu entrenador, Jose Luis Mereca, al margen de la planificación que está claro que funciona.
Es una persona que tiene mucha paciencia, nos ha dado siempre un trato maravilloso. Siempre que puede está apoyándonos en las carreras, se lo costea todo él, nunca nos ha pedido ni un solo euro y cuando se lo hemos querido dar lo ha rechazado. Lo es todo para nosotros. Aparte de sabernos de llevar está el nivel humano, saber gestionar las emociones, saber gestionar cuando a un atleta le salen mal las cosas y cuando le salen bien. La confianza que le tengo es plena. Hemos planificado año tras año con ensayo-error, alguna vez hemos fallado pero eso nos ha endurecido.
Por otro lado, transmite la importancia de no creernos que nos vamos a comer el mundo, ni que vendamos motos. Es una persona que siempre nos ha pedido coherencia y cordura, tratando de hacernos ver los momentos amargos también son parte en el camino de los éxitos. Asimilar aquellos momentos en los que nos encontremos mejor y peor con con deportividad.
“El atletismo de élite no te permite el capricho de fallar (..) En caso contrario, alguien aprovechará esa debilidad”.
¿Tienes pensado dar el salto a la maratón?
Todavía no he dado ni el paso al medio maratón aunque el momento podría estar cerca sin prepararlo específicamente. Creo que con un 10.000 bueno se puede llegar a correr una muy buena media. Mi entrenador corrió en Nueva York con 23 años en 2:20. A día de hoy no tenemos prisa, nos gustaría dar el salto con cierta madurez. Si ordeno mis sueños, lo ideal sería participar en los Juegos Olímpicos de Río en el 5000, en Tokio en la prueba de 10000 y, por si fuera poco, en 2024 intentar dar el paso a la maratón. Esto es la utopía, de momento me conformo con estar en tiempos de mínima este año y si puede ser en el 5000 que es nuestra prueba natural a día de hoy.
¿Cuál ha sido tu mejor momento como corredor?
El Campeonato de España de 5000 en 2014. No me lo esperaba en absoluto. Intenté soltar a los rivales a falta de 3 vueltas; me encontré bien y gané a Roberto y Jesús, dos atletas de un grandísimo nivel, obteniendo el pase al Campeonato de Europa en Zurich. Curiosamente, una semana antes estaba en el hospital por un corte de digestión pensando que la temporada se acababa. La moneda esta vez cayó de mi lado. El atletismo de élite no te permite el capricho de fallar, es un deporte que requiere estar siempre al máximo. En caso contrario, alguien aprovechará esa debilidad.