Uno de los mejores saltadores de altura de siempre, Gianmarco Tamberi es sinónimo de espectáculo, de personalidad. El italiano se ha convertido en un icono del atletismo mundial. Con el punto álgido en ese oro compartido con Barshim en Tokio 2020. Campeón olímpico, aquello por lo que tanto había luchado. Conocido por su faceta de ‘showman’, por salir a competir con media barba afeitada y media no, por ir con dos zapatillas distintas. Tiene muchísimas cosas en la chistera el transalpino, que cuenta con 32 años y este año se impuso en la final de la Diamond League. En París estuvo enfermo y no pudo competir en condiciones.
En una entrevista para el programa Belve de la RAI italiana, ha explicado interioridades curiosas. Por ejemplo, su elección por el salto de altura: “Para mi fue una elección muy dura porque cuando tenia 17 años y elegí una cosa que me venía muy bien, que sabía que había nacido para ella pero que no te gusta, y dejas la cosa que amas, con la que has crecido. Hacer lo que tenía que hacer ha sido un disgusto enorme. No es tan bonito saltar sobre un listón, pero hice esa elección que al final ha traído tantas cosas”.
“No lo amo”
Además, Tamberi, que ha participado recientemente en el All Star de la NBA para personalidades y famosos, es un enfermo del baloncesto. “Si hubiera elegido el baloncesto estaría menos orgulloso de mí, pero más feliz, porque hacer lo que amas hace la diferencia, Muchas veces leyendo frases de Michael, de Kobe, de los grandes deportistas, decían que debes amar lo que haces y yo no lo amaba. He encontrado el modo de hacerlo, pero no lo amo”.