Saucony Kinvara es una zapatilla icónica que desde su aparición en 2010 ha mantenido una comunidad fiel gracias a su enfoque en el natural running, su ligereza y su capacidad de respuesta. A lo largo de sus versiones ha do adaptándose a las tendencias del mercado, pero sin perder su esencia. La última versión que probamos, Kinvara 14. apostó por una mediasuela más alta, con un incremento de 3 mm respecto a su predecesora, alcanzando los 31 mm en el talón y 27 mm en el antepié. Esta modificación buscaba ofrecer mayor amortiguación sin comprometer la ligereza. La geometría del balancín también fue optimizada para ofrecer una transición más fluida. El antepié siguió siendo muy flexible, sin placa rígida, lo que exigía una técnica de carrera depurada y permitía una pisada natural.
Con la llegada de la Kinvara 16, Saucony decide volver a sus raíces. Se reduce la altura de la mediasuela a 29 mm, recuperando una sensación más cercana al suelo y una pisada más firme. Aunque se mantiene el drop de 4 mm, la zapatilla se siente más rápida y reactiva gracias a una nueva formulación de la espuma PWRRUN, que ofrece un 3% más de retorno de energía según datos facilitados por Saucony. Esta versión está pensada para corredores que buscan velocidad y eficiencia sin necesidad de una placa de carbono.
El upper sigue siendo tipo botín, con una lengüeta integrada que proporciona buen ajuste. El peso se mantiene prácticamente igual de ligera, 198 gramos en hombres y 179 gramos en mujeres.
Kinvara 16 recupera el espíritu original del modelo: ligereza, natural running y eficiencia. Una excelente opción para entrenamientos rápidos y competiciones.