La histórica plusmarca nórdica establecida por Ingrid Kristiansen en 1985 cayó por primera vez en cuarenta años. La finlandesa Alisa Vainio firmó un tiempo de 2:20:48 en el Maratón de Valencia, superando los 2:21:06 que la noruega logró en Londres y que en su momento marcaron un hito mundial.
A sus 69 años, Kristiansen, referencia absoluta en el desarrollo del maratón femenino. reconoció sentirse profundamente emocionada por el éxito de Vainio en declaraciones a la cadena nórdica YLE. Recordó además sus duelos con figuras como Grete Waitz, Rosa Mota y Joan Benoit. “Corrió de manera sensacional, y me alegra ver cómo mi marca ha sido rebajada”, comentó.
Cuestionamientos al antidopaje actual
El orgullo por el relevo generacional vino acompañado de una crítica severa. Kristiansen apuntó que, aunque la tecnología, sobre todo el calzado, explica parte del incremento de rendimiento, el dopaje sanguíneo sigue siendo un problema real en las grandes competiciones. A su juicio, los controles actuales no son lo bastante estrictos y las marcas femeninas que bajan de 2:13–2:14 suelen estar asociadas a métodos prohibidos.
Mencionó el caso de Ruth Chepngetich, autora de un registro inferior a 2:10 y posteriormente sancionada, como ejemplo de una situación que altera la igualdad competitiva. En contraste, afirmó que resultados como el de Vainio son perfectamente alcanzables sin recurrir al dopaje.
Europa frente al empuje africano
La exatleta recordó también que ya son ocho las corredoras que han roto la barrera de las 2:15, de Kenia o Etiopía, mientras que el mejor tiempo europeo continúa siendo el 2:15:25 de Paula Radcliffe logrado en 2003. Con su actuación en Valencia, Vainio asciende al grupo de las grandes fondistas europeas y se coloca en el puesto 131 del ránking mundial histórico.
Kristiansen considera que el panorama del maratón femenino podría cambiar por completo si se reforzaran los controles.


















































