Inicio Noticias “Gracias a correr, puedo ayudar muchísimo a mi familia que está en...

“Gracias a correr, puedo ayudar muchísimo a mi familia que está en Burundi”

La otra cara de Thierry Ndikumwenayo y la prueba de que, como decía el poeta, se hace camino al andar. Vino a España sin tener nada, sin hablar el idioma siquiera. 

 

Tiene 27 años y una capacidad extraordinaria para correr. Acaba de ganar el cross de Italica y entre los atletas a los que ha ganado está Berihu Aregawi, medalllista de plata en el 10.000 de los JJOO de París. “Siempre quiero más. Es la frase que me repito cada día cuando me levanto”, insiste Thierry Ndikumwenayo.

Es el momento de ser campeón de Europa de cross (8 diciembre). 
No sé. Nunca sabemos qué pasará. Quiero correr bien. Pero no sé si lo lograré. Sí sé que lo voy a intentar. Ahora volveré a Sierra Nevada, donde ya llevo cinco días, para seguir preparándome.

Entonces no lo ve claro. 
No, no, no quiero decir decir eso. Estoy con los mejores y es el momento de mejorar lo que he hecho. Cuando voy a competir no pienso que nadie sea mejor que yo, porque en la carrera hay que jugar, hay que pelear, da igual quien esté.

Y uno de ellos es Thierry Ndikumbenayo. 
Sí, he aprendido que no hace falta tener miedo a nadie y que yo soy uno más. Para mí, el atletismo es un juego como el fútbol en el que hay que intentar ganar.

¿Podría haber sido futbolista? 
Podría, podría (risas)

De atleta le va bien. 
Sí, pero tiene que ir mejor.

Pero su vida ha cambiado.
Todavía debe cambiar más. Aún no ha cambiado tanto como me gustaría. Aún no he sido medallista olímpico o mundial. Me faltan cosas que quiero lograr y que creo que puedo lograrlas. Cada día voy a entrenar con esa idea.

Es un profesional.
Yo corro para poder vivir, para ganar dinero y para cumplir mis sueños, sí.

Cuando llegó a España no tenía nada. 
No sabía ni el idioma. Excepto en inglés, no podía comunicarme. Recuerdo que llegué a Alicante, a Muchamiel y que el principio fue muy duro. Tuve ayuda del grupo de atletas con los que viví. Pero recuerdo que hasta ir a hacer la compra a un supermercado era algo que me extrañaba. Ahora, dentro de poco, me voy a ir a vivir solo.

Usted solo.
Me he comprado un piso en Villarreal, sí.

¿Y quien va a cocinar?
Yo, yo. De hecho ya lo hago.

¿Y cómo se alimenta un atleta?
Me gusta el arroz, la pasta, la ensalada… Por suerte no tengo problemas con el peso. Intento no subir nunca de 56 kilos. A los JJOO de París fui con 54.

También conduce. 
Sí.

¿Qué coche tiene?
Un Mercedes 220 para los viajes.

Es el récord de España de 10.000 (26’49”) y ahora quería que hablásemos un rato de la final olímpica de 10.000 donde estuvo memorable. 
Fue brutal. Estaba muy preparado. Pero no esperaba nunca hacer esa marca (26’49”). Pero es que en el top 13 hicimos todos menos de 27 minutos.

¿Y fue la carrera perfecta?
Para hacer marca, sí. Fue muy rápida. Pero, lo que le digo, yo no sabía que pudiese llegar hasta ahí. Es verdad que iba muy preparado y que había entrenado muy bien en Font Romeu. Pero cuando vi la marca…

¿Qué se demostró ahí?
Que quizá algún día tenga la oportunidad de conseguir un récord mundial. Es otro objetivo. Desde que vine a España he progresado. Pero ahora tengo que llegar adonde quiero llegar y no he llegado hasta ahora.

Le veo muy ambicioso. 
Es mi trabajo, como he dicho. Me ha costado mucho llegar hasta aquí. Yo vengo de otro mundo. Yo no sabía de atletismo. En casa no teníamos televisión. Recuerdo que la primera vez que vi una película fue 2014. Tenía 16 o 17 años. Estaba preparando los Juegos de Juventud. Todo esto, que ahora es tan normal, era desconocido para mí.

Tiene seis hermanos.
Sí, y ellos siguen viviendo en Burundi.

¿Y les ayuda?
Muchísimo.

Le ha ido bien, Thierry.
Me ha ido bien también porque ha habido gente que se ha preocupado por mí y que me ha ayudado mucho como mi ex entrenador Pepe Ortuño. Cuando me quedé sin entrenador en Alicante, porque el anterior se fue a Qatar, le pregunté si podía entrenar con él y me dijo que sí, sin dudarlo. Luego, Pepe ha sido algo más que eso para mí. Me ha ayudado, me ha aconsejado y me ha enseñado hasta hablar español.

Habla bien español.
Pero debo mejorar. Doy clases. Tengo una  profesora dos veces por semana.

¿Ha seguido la DANA? 
Hace unos días, cuando pasé con el coche para ir a Sierra Nevada,  lo vi con mis ojos. Me puse a llorar en el coche viendo los destrozos, barro, casas, coches rotos… Al principio, quise ir a ayudar porque hay un compañero como Víctor Ruiz, que es de Utiel, que ha sido muy afectado. Y eso suele. Cuando ves a alguien  triste no puedes estar feliz. Le he dedicado a él mi victoria en el cross de Itálica.

¿Y está mejor?
Hoy ha corrido el relevo en el cross de Itálica, pero no, no puede estar bien. Utiel es su pueblo. Nosotros, que le queremos, debemos estar con él y ayudarle. Debemos ser buenas personas.

 

 


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de LBDC

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí