“No he corrido en años, pero creo que podría acabar un maratón sin entrenar”. Esa frase, que cualquier aficionado al running ha oído mil veces en boca de algún cuñado, acabó en algo más que una charla de sobremesa: un hombre en San Diego (EEUU) completó un maratón sin haber entrenado ni un solo día.
Según recoge el New York Post, todo empezó como una broma de pareja. Maisie Todd, harta de escuchar a su marido Logan alardear de su supuesta resistencia, decidió inscribirlo a escondidas en el Rock ‘n’ Roll Marathon de San Diego del 1 de junio. Le avisó la mañana anterior. “Si tan fácil es, demuéstralo”, pensó.
¿La preparación? Pan, agua y unas zapas nuevas
Logan Todd, de 32 años, sin historial deportivo, improvisó una estrategia que haría temblar a cualquier entrenador: sándwiches de mantequilla de cacahuete, mucha agua, una noche de insomnio y una mochila con geles cortesía de su cuñada. Como broche final, unas zapatillas compradas el mismo día. Resultado: 42 kilómetros en 5 horas y 58 minutos, sin retirarse, sin lesiones graves y sin haber entrenado.
“Corrí las primeras 10 millas del tirón y luego ya fue aguantar mentalmente. Sabía que iba a llegar”, explicó el protagonista.
La idea surgió semanas antes y se convirtió en una especie de “experimento social”. Solo tenían una regla: avisarle con 24 horas de antelación. Asegura que no volverá a repetir. “Me dolía todo, no podía ni bajar escaleras”. “Mi carrera como corredor empezó y terminó el mismo día”.
La guía del kamikaze runner: consejos para joder una maratón y aún así disfrutarla
Estrena zapatillas: ¿Rodarlas? Para qué. Nada como ese “olor a nuevo” antes de 42 km. Tu primera ampolla será épica.
Sal de fiesta la noche anterior: Tres meses sin vida social… ¡Te mereces unas cervezas! ¿Dormir bien? Eso es para amateurs.
Cena como un rey: Chuletón, vino, postre. Vas al matadero, al menos muere con el estómago lleno.
Haz una tirada de 30K una semana antes: ¿Recuperación? ¿Qué es eso? Refuérzate psicológicamente… y destruye tus piernas.
Olvídate de vaselina, geles y tonterías: ¡Viaja ligero! Si sangras por rozaduras o te da un pajarón, que sea con estilo.
No bebas en todos los avituallamientos: Como en los entrenos: sin parar. Total, ¿qué podría salir mal con 0,7 % de deshidratación por km?
Estrena camiseta y pantalón en carrera: Maratón = pasarela. Da igual que te rocen, ¡sal guapo en las fotos!
Calcetines nuevos el mismo día: Nada dice “maratón pro” como ampollas sangrantes a mitad de carrera.
No estudies el recorrido: ¿Visualizar el muro? Mejor que te sorprenda, como un buen susto en una peli de terror.
Llega con el tiempo justo: Calienta corriendo hacia la salida. Si pierdes el autobús, mejor. Más adrenalina.
Desayuna algo nuevo y pesado: Innovar es de valientes. Tal vez esa fabada express te dé superpoderes.
Sal a tope desde el kilómetro 1: Luego ya petarás, pero con dignidad. Que no se diga que no lo diste todo… en los primeros 8 km.
Tu rival no eres tú: son los demás: Esto no es una carrera contra ti mismo. Hachazo tras hachazo.