Hay refranes que en el running son casi religión. Uno de ellos: “nada nuevo el día de la carrera”. Y si no que se lo digan al maratoniano keniano Paul Matheka…
Resulta que, justo antes del Maratón Standard Chartered de Kuala Lumpur, el pasado 5 de octubre, Matheka se dio cuenta de que no tenía zapatillas listas para competir. Así que decidió comprar un par nuevo en la feria previa al evento.
Hasta aquí, todo bien. Pero esas zapatillas -unas Voltra JET con placa de carbono-no estaban en la lista de modelos aprobados por World Athletics, y eso, en una prueba con etiqueta, es pecado mortal, en concreto cuando optas a los primeros puestos.
El keniano cruzó la meta en séptimo lugar, con un tiempo justo por debajo de 2:20, lo que le habría valido 1.000 dólares de premio. Sin embargo, cuando los jueces revisaron su calzado tras la carrera, detectaron el “delito”: el modelo no figuraba entre los homologados. Resultado: descalificación inmediata.
Desde la marca Voltra, que fabrica las zapatillas en cuestión, no tardaron en salir al paso. Según explicaron, Matheka compró las JET en su propio stand durante la expo del maratón, y “ambas partes desconocían en ese momento que estas necesitaban aprobación para una carrera con etiqueta de World Athletics”.
Para que un modelo sea válido en este tipo de pruebas, las marcas deben enviar previamente su diseño a World Athletics para revisión: altura de la suela, placa de carbono, disponibilidad comercial… nada se deja al azar.
Voltra, eso sí, reconoció el fallo y quiso enmendarlo: “Fue un error involuntario de ambas partes”, escribieron en redes. “No podíamos quedarnos de brazos cruzados”. Y cumplieron: la empresa compensó a Matheka con el dinero del premio perdido. «A veces, las reglas frenan a un ganador. Pero queremos que siga corriendo», añadieron.
Las Voltra JET, por cierto, no son cualquier cosa: pesan solo 209 gramos, llevan una placa de carbono integrada en espuma Pebax y, según las reseñas, rivalizan con los grandes modelos del mercado. Eso sí, hasta nuevo aviso, mejor no estrenarlas en un maratón “con etiqueta”.
