En las ‘major’ siempre se producen récords de lo más curiosos. Más aún cuando hablamos de una carrera en la que se batió la plusmarca histórica de ‘finishers’ (más de 55.000) como en Nueva York. No solo nos quedamos con las victorias de Nageeye y Chepkirui y la sexta plaza de una atleta que ha sido mamá cuatro veces como Sara Vaughn. También hay espacio para Récord Guinness y para otros héroes que no salieron en los titulares y en los informativos el día de la carrera, pero que lograron hazañas tremendas.
Por ejemplo, el caso de Kevin Leimkuhler. Un americano que decidió intentar batir el Récord del Mundo de maratón corriendo crocs, este calzado que se puso de moda hace unos años por su comodidad y que usa, por ejemplo, buena parte del sector sanitario. O el televisivo Frank Cuesta, que se lía a batallar con cocodrilos y anacondas portando en los pies estas ligeras zapatillas que poco protegen, la verdad.
Gran ritmo
Leimkuhler hizo la preparación para Nueva York entrenando con crocs. Lógicamente, tenía que adaptar el pie a este peculiar calzado. Y luego salió a la Gran Manzana y batió el récord al cruzar la línea de meta en 2:51:27. A 4:02/km de media. A 15 km/h. Ahí es nada. En la actividad que subió en Strava aseguró que a partir de las 20 millas (km 32) empezó a sentir calambres y los crocs empezaron a dar muchos problemas musculares. Normal. Este corredor estadounidense terminó en el puesto global 1.143 de 55.524.
Curiosamente, hace un par de años ya contamos el caso de un corredor que había terminado una media en Utah calzando crocs…¡en 1:06!