La catalana María Vicente, que disputó en Götzis (Austria) su primer heptatlón desde los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, hace casi cuatro años, se quedó con 6.288 a solo dieciséis puntos de su mejor marca personal y récord de España, en la segunda competición que disputa desde su grave lesión en el tendón de Aquiles de su pierna izquierda el 1 de marzo de 2024. En esa fecha, en los Mundiales de pista cubierta de Glasgow (Escocia), en los que era la gran favorita al oro en pentatlón, María Vicente cayó gravemente lesionada.
Catorce meses y medio después, el pasado 10 de mayo, la pupila de Ramón Cid reapareció en el Mitin Toni Bonet de Ibiza, dónde quedó segunda en longitud y ganó los 100 metros vallas. Tres semanas después, en Götzis, en la prueba de heptatlón, María Vicente demostró su estado de forma y su nivel de progresión después de tantos meses alejada de las pistas de competición. En la primera jornada, María Vicente comenzó con 13.44 en 100 metros vallas, siguió con 1,77 metros en altura -quinta mejor marca de la reunión- y 13,60 en lanzamiento de peso y acabó 23.98 en los 200 metros.
Gran despliegue
En la segunda y última jornada llegó hasta los 6,41 metros en longitud, los 41,60 en jabalina y paró el crono en 2:17.18 en 800. En total, la atleta barcelonesa sumó 6.288 puntos, solo dieciséis menos de su récord personal que ostenta desde el 25 de abril de 2021 con 6.304 en Lana (Italia). Con esa marca, logró además la mínima RFEA para los Mundiales de Tokio en septiembre, para los que la federación pide 6.250. La ganadora fue la estadounidense Anna Hall (7.032 puntos), subcampeona mundial, seguida de la neerlandesa Sofie Dokter (6.576) y la colombiana Martha Araujo (6.475)