Jimmy Gressier ya tiene lo que buscaba. El fondista francés se proclamó campeón europeo de media maratón este sábado 12 de abril en Lovaina, sumando por fin su primer título internacional sénior. Una victoria rotunda, en solitario, que no solo le coronó como campeón continental, sino que consolidó su figura como uno de los corredores más relevantes de la actualidad.
Con un tiempo de 59:45, igualó su mejor marca personal y se llevó un título que venía persiguiendo desde hace años. Pero más allá del oro, Gressier volvió a mandar un mensaje: Kiprun, la marca de running del Decathlon, no es una apuesta arriesgada, es una realidad. Y él es su mejor carta de presentación.
Un ataque sin miedo desde el pistoletazo
Desde el inicio, el francés dejó claro que no iba a esperar a nadie. En el primer kilómetro ya lideraba un cuarteto con el noruego Awet Kibrab, el irlandés Efrem Gidey y su compatriota Valentin Gondouin. Pero pronto la selección natural hizo efecto: Gondouin cedió a los 2 km, y un kilómetro después Gressier aprovechó una bajada para atacar.
Gidey y Kibrab lograron volver a su estela en el descenso, pero el ritmo era simplemente demasiado alto. Al paso por el km 5, marcó 13:52, con Gidey empezando a flaquear. A los 6 km, Gressier ya estaba solo.
El público belga le acompañó durante todo el recorrido, mientras el francés, con gestos al aire y actitud combativa, se enfrentaba al reloj. Pasó los 10 km en 27:50, dentro del ritmo del récord europeo de Julien Wanders (59:13), aunque en la segunda mitad de carrera el ritmo decayó ligeramente. Aun así, cruzó la meta en 59:45, rebajando un segundo su mejor registro.
La victoria en Lovaina llega semanas después de que Gressier batiera el récord europeo de 5 kilómetros en ruta en Lille. Aquel día, más allá de la marca, también acaparó titulares por correr con unas zapatillas Kiprun. En un mundo dominado por Nike, adidas, New Balance y compañía, su elección fue vista como una rareza… hasta que llegaron los resultados.
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“Cuando anuncié que firmaba por Kiprun, muchos se rieron. Decían que lo hacía por dinero, que esas zapatillas no eran competitivas”, dijo recientemente. “Yo ya sabía lo que valían, porque las había probado. Ahora, los resultados hablan solos”.
Bronce francés y oro por equipos
Francia cerró una jornada perfecta. Además del oro individual de Gressier, Gondouin logró el bronce tras una apretadísima batalla con Gidey en los últimos 200 metros. Ambos llegaron igualados al km 18, pero el francés aguantó mejor y cruzó la meta en 61:54, un segundo por delante del irlandés. Todo, bajo la mirada cómplice y los ánimos de Gressier, que lo esperaba al final.
Kibrab, sólido durante toda la carrera, se colgó la plata con un crono de 61:08. Por equipos, Francia también subió a lo más alto del podio gracias a la actuación de Bastien Augusto (15º), superando a España y a una Italia que se llevó el bronce.
Tras la carrera, Gressier reveló cuál es su objetivo para el verano: las carreras de obstáculos. “Me siento libre cuando corro solo. Esa era mi táctica hoy: atacar desde el principio y no mirar atrás”, explicó. “Este verano quiero enfocarme en los obstáculos. Por eso celebré así. Es un guiño a lo que viene”.