Es innegable la repercusión que están teniendo los avances tecnológicos en cualquier aspecto de la vida, en el entorno deportivo también. En concreto, salir a correr, uno de los deportes más simples que pueden practicarse, ya no es lo que era. Aunque basten unas zapatillas y ganas para ejercitarse plenamente, la tecnología cada vez se introduce con mayor eficacia entre los atletas, convirtiéndose en una compañera inseparable para cada vez más runners debido a la cantidad de información que ofrece. Con estos gadgets se consigue mejorar el rendimiento, cuidarse más e incluso disfrutar del trayecto de una forma diferente, ya sea con un smartwatch Xiaomi o cualquier otro dispositivo inteligente que monitorice tu actividad.
Hoy, quien corre con un reloj inteligente tiene una ventana directa para optimizar cada entreno. Entre los modelos más populares, destaca el Galaxy Watch, no solo por su diseño moderno, sino por su capacidad para analizar métricas de salud y rendimiento con gran precisión. Además, permite planificar sesiones personalizadas y adaptarse al ritmo de vida del corredor, convirtiéndose en un verdadero asistente deportivo.
Pero no todo empieza y termina con el reloj. La ropa técnica ha evolucionado notablemente en los últimos años, y no son pocas las camisetas que incorporan sensores destinados a recoger información relacionada con la respiración o con la temperatura del cuerpo. Se trata de fórmulas que tienen como objetivo saber si estamos yendo demasiado rápido o si necesitamos reducir el ritmo para evitar un golpe de calor, por ejemplo. Incluso hay plantillas para zapatillas que analizan la pisada, ayudando a detectar desequilibrios que puedan derivar en lesiones.
Y para quienes no conciben correr sin música o sin un podcast motivador, los auriculares de conducción ósea se están volviendo imprescindibles. Permiten escuchar sin aislarse del entorno, algo vital si entrenas en ciudad o en entornos compartidos con ciclistas y coches. Sentirse acompañado, pero sin poner en riesgo la seguridad, es otra ventaja que nos ofrece la tecnología actual.
La tecnología también ha revolucionado la planificación de entrenamientos gracias a aplicaciones que crean rutinas personalizadas basándose en el nivel, los objetivos e incluso la disponibilidad semanal del deportista. Algunas utilizan inteligencia artificial para modificar el plan si, por ejemplo, un día no pudiste entrenar o si mejoras más rápido de lo esperado.
Aquí entran en juego dispositivos como el Galaxy Watch, que va un paso más allá de medir las constantes básicas: también analiza la calidad del sueño, estima el nivel de estrés e incluso ayuda a planificar sesiones con recomendaciones basadas en el estado físico. Es como llevar un pequeño entrenador personal en la muñeca, siempre disponible y adaptado a ti.
Lo que antes era exclusivo de atletas de élite, hoy está al alcance de cualquiera que quiera correr con cabeza. Ya no se trata solo de hacer kilómetros, sino de entender lo que esos kilómetros significan para tu cuerpo, de cuidarte mientras te exiges, de entr