Análisis del primer bombazo de Brooks en este 2025, Glycerin 22, la nueva versión de esta zapatilla de running para el entrenamiento diario que SIEMPRE ofrece -versión tras versión- una excelente combinación de comodidad y amortiguación suave.
Brooks Glycerin 22 continua enfocada principalmente a quienes les gusta correr -por encima de todo- de manera cómoda y hacerlo tantas veces a la semana como desee y sobre todas las distancias posibles, desde una salidita corta de 30 minutos hasta una buena tirada larga en su camino de preparación para una media maratón o maratón.
Glycerin en su versión 22, ya os podemos avanzar que va a seguir siendo partícipe de nuestra selección TOP de los mejores modelos de Brooks.
DNA Tuned, la gran novedad en la Brooks Glycerin 22
Brooks Glycerin 22 va a usar un poco de más espuma bajo nuestros pies (siguiendo la imparable tendencia maximalista), con el objetivo de conseguir correr de forma aún más confortable, algo que también aparte de ser tendencia en el sector del running desde hace ya años, es donde precisamente la saga Glycerin se ha especializado.

Pero la gran novedad de la Brooks Glycerin 22 es que se le ha incorporado la nueva tecnología de amortiguación –que ya vimos en la fantástica versión maximalista Glycerin Max– salida del laboratorio de innovación de Brooks: el DNA Tuned, que tiene como propósito el equilibrio entre los aterrizajes suaves con los despegues reactivos.
Es decir, combinar amortiguación y respuesta eficiente.
La tecnología DNA Tuned es el avance de Brooks en ‘ingeniería de producto’ que consiste en utilizar propiedades con nitrógeno inyectado, jugando con celdas de diferentes tamaños, que son capaces de funcionar de forma individual -y a su vez- conjuntamente de forma estratégica para dar como resultado el máximo confort y rendimiento.
El objetivo de Brooks con la tecnología DNA Tuned es crear un sistema de amortiguación y respuesta que proporcione la mejor experiencia sin que un factor reste al otro, utilizando diferentes materiales en una mediasuela integrada.

El resultado es una tecnología patentada de espuma supercrítica (DNA Tuned) que optimiza la amortiguación y la experiencia de carrera mediante dos tamaños de celdas distintos ubicados estratégicamente en la mediasuela.
Esta es la explicación que nos ofrece la propia Brooks: Las celdas más grandes en el talón proporcionan aterrizajes más suaves, mientras que las celdas más pequeñas y reactivas en el antepié (metatarsos + falanges de los dedos) ofrecen despegues rápidos.
Brooks ha hecho pasar a su nueva tecnología DNA Tuned pruebas mecánicas, mostrando mejoras significativas sobre el DNA Loft v3 (el material que ofrece más comodidad de toda la gama de Brooks y que está presente en la Ghost 16 o la Ghost Max 2).
¿Cuáles son estas mejoras VS DNA Loft v3?
- Mejoras significativas en el desplazamiento máximo para ofrecer una experiencia más cómoda y amortiguada (el desplazamiento máximo se refiere a la capacidad del material de deformarse en la pisada. A más desplazamiento, mayor amortiguación y suavidad).
- Mejoras en el ratio G-Max para tener mayor reactividad y mejor sensación de suavidad (mide la amortiguación real: la capacidad de dispersar el impacto G en la pisada).
- Más eficiencia al conseguir mejor retorno de energía y potenciar el efecto de propulsión al despegar.
- Mejoras en la densidad para conseguir una zapatilla más ligera y cómoda.
El Upper
Brooks Glycerin 22 presenta un renovado upper tipo Jacquard de doble capa que no escatima en detalles y tecnología premium que aporta mucha confortabilidad gracias a sus generosos acolchados (en el talón es es-pec-ta-cu-lar).
Este upper está completamente rodeado de perforaciones que nos va a garantizar la transpiración de nuestros pies a la perfección.
Una malla que aparte de ser transpirable, tiene la capacidad para estirarse y deformarse (más que su versión 21), muy pensada para que sea apta para nuestras tiradas largas y así los pies estén bien sujetos (y nuestros dedos bien cómodos) aunque vayan pasando los kilometros uno destrás del otro sin pausa alguna.
Hay zonas donde la construcción de la malla (talón y laterales) de la zapatilla es más densa con el objetivo de aportar mayor sujeción.
La malla está coronada por una cordonera de seis ojales (dos a modo de cincha), aunque sólo utiliza cinco, dejando el típico último agujero libre para quien quiera apretar más la zapatilla por la zona más cercana al tobillo.
Los cordones son redondos y acolchaditos, y están pasados por una tira de la lengüeta para que ésta no se mueva. Está lengüeta es ancha y muy muy acolchada, detalle que deja claro que la nueva versión de la Glycerin de Brooks ha venido para ofrecer una característica por encima de cualquier otra: comodidad al correr.
La cazoleta (donde descansa el tobillo) está bien acolchada y dispone de un forro interior más suave. Una zona que nos viene de perlas que sea más mullidita porque existe una estructura rígida (llamada contrafuerte), que es la que abraza al tobillo en el momento de impactar contra el suelo, ayudándolo a estabilizar esa articulación, mientras todo nuestro peso cae sobre el pie.

La parte de arriba del collar está rematada en forma de botín (acabado con un tirador trasero), un detalle totalmente ‘premium’ que se agradece cuando ves el tíquet de compra.
Este talón estructurado es una característica típica que encontramos en las zapatillas de entrenamiento.
Suela Roadtack
Brooks Glycerin 22 viene bien equipada por el compuesto de goma, Roadtack, fabricada con una mezcla de goma y sílice reciclado que ofrece durabilidad a la vez que contiene el peso de la zapatilla (la goma es el compuesto que más pesa en una zapatilla de running) y un buen agarre, tanto en seco como en mojado.
En la zona el talón, la suela tiene la forma clásica de herradura que favorece la entrada independientemente del tipo de pisada que tenga el corredor o corredora.

Esta configuración va a facilitar siempre la entrada a quienes talonean al correr, es decir, la mayoría de quienes corremos a ritmos suaves.
En la suela de Brooks Glycerin 22 es fácil distinguir que la parte del antepie es bastante amplia, aportando estabilidad en el momento de caer con todo el peso, en plena transición de la pisada.
Por delante, la nueva versión 22 ha ganado en superficie, lo que nos va aportar un plus en una característica muy preciada (sobretodo a la hora de rascarse los bolsillos) la durabilidad.
La profundidad de los tacos es baja, normalidad absoluta dentro de una saga como la Glycerin, que está enfocada plenamente al asfalto y -cada vez menos- a senderos y caminos de tierra sin dificultad.
Entre los tacos diversas ranuras transversales repartidas por toda la longitud de la suela se encargan de aportar flexibilidad a la vez que reducen el peso de la zapatilla.
Por último, destacar la franja longitudinal que recorre gran parte de la suela -desde el talón hasta la puntera- para ayudar a guiar la pisada desde el mismo momento en que el pie toca el suelo, hasta que éste despega para la siguiente fase de vuelo.
Sus números
La altura de la mediasuela sube 2 milímetros (38 mm en la parte del talón y 28 mmen la parte de la mediopié). Estos números nos siguen dando un drop de 10mm.
El peso sube ligeramente y llega a los 289 gramos en el acabado hombre y 258 gramos en el acabado mujer.
Resumen, opinión y sensaciones con la Glycerin 22
La Brooks Glycerin 22 de Brooks es un modelo premium de zapatilla para el entrenamiento diario que es todo un referente versión a versión.
De ahí que sea un modelo superventas.

Las zapatillas de running no hacen milagros, pero si hay algo que Brooks ha dejado claro con la Glycerin 22 es que la ciencia aplicada a la tecnologia puede echarnos una buena mano para que cada zancada se sienta más cómoda y, cuando haga falta, con un extra de respuesta.
Aquí no hay promesas vacías de “flotar sobre las nubes”, pero sí un trabajo fino en la mediasuela con la nueva espuma supercrítica DNA Tuned, infusionada con nitrógeno y diseñada con celdas de distintos tamaños para actuar de forma diferente en el aterrizaje y el despegue.
¿Qué significa esto en ‘cristiano’?
Que la Glycerin 22 se transforma bastante en esta versión y le va a venir de perlas este nuevo aire fresco que significa la incorporación de la tecnología DNA Tuned (remember Glycerin Max) que en esta zapatilla adquiere el máximo protagonismo.
Vas a sentir un aterrizaje suave, pero a la vez vas a notar esa reactividad que tanto nos gusta cuando decidimos abrir gas a fondo (unos más que otros…)
Además, esta tecnología no solo busca comodidad, sino que también ayuda a reducir la fatiga muscular. Es decir, no te va a quitar el dolor de patas después de una tirada larga, pero al menos hará que la paliza sea un poco más llevadera.
Brooks Glycerin 22 no solo apuesta por la comodidad, también viene bien armada en la suela con el compuesto Roadtack.
Esta mezcla de goma y sílice reciclado garantiza una buena durabilidad sin disparar el peso. ¿El resultado? Una suela que aguanta mucho el paso de los kilómetros y ofrece un agarre sólido tanto en seco como en mojado.
Vamos, que no tendrás excusa para no salir a correr aunque el suelo esté algo traicionero.
Después de salir a entrenar con ellas si vienes arrastrando las piernas después de una sesión dura (cómo es mi caso), la Brooks Glycerin 22 es un auténtico salvavidas para rodar suave y darle un respiro a la musculatura.

Pero ¡al loro! que nadie se confunda: además de ser comodísimas, también tienen un toque de respuesta que las hace sentir más ligeras de lo que sugieren sus casi 300 gramos.
Vamos, que no son solo para ir de paseo, si hay que apretar un poco, no se quedan atrás.
En definitiva, la Brooks Glycerin 22 llega con todo el arsenal de tecnología premium para runners que buscan amortiguación de primer nivel sin renunciar a un toque de chispa cuando toca apretar.
¿Es la zapatilla perfecta?
Eso lo decidirán tus kilómetros, pero lo que está claro es que Brooks sigue afinando la receta para que cada zancada cuente en positivo.
La Brooks Glycerin 22 es una apuesta segura tanto para corredores con miles de kilómetros en las piernas como para aquellos que acaban de aterrizar en este mundillo.
Con la Brooks Glycerin 22 no hay margen de error: es una zapatilla de entrenamiento diario con una misión clarísima: máxima amortiguación y confort total.
Y auenque son cómodas y bien amortiguadas, no se pasan de blandas. Aquí no hay sensación de hundirse en una espuma chiclosa que te ‘roba’ energía, todo lo contrario.
La pisada se siente estable y equilibrada, lo que hace que correr con ellas sea una gozada.
¿A quién va dirigida?
Pues para un buen puñado de corredores y corredoras, especialmente si te identificas con alguno de estos perfiles:
✅ Buscas una zapatilla para rodajes diarios, de esas que hacen que el trote fácil sea realmente fácil.
✅ Quieres algo versátil que no se achique ante tiradas largas. Aquí los kilómetros caen sin que la zapatilla pestañee.
✅ Tienes un peso elevado y necesitas un extra de amortiguación sin comprometer estabilidad.
✅ Eres de los que solo quiere lo mejor de lo mejor, con tecnologías punteras y materiales premium.
✅ Si te encanta una zapatilla tipo Glycerin Max pero como eres un corredor o corredora de peso no elevado prefieres una zapatilla sin tanto material debajo los pies.
La Glycerin 22 es de esas zapatillas que piden kilómetros. Cuanto más las uses, más notarás ese equilibrio entre suavidad y respuesta.
No te van a hacer más rápido por arte de magia, pero van a hacer que los kilómetros se sientan mucho más llevaderos con Brooks Glycerin 22, una de las zapatillas de running para el entrenamiento diario en las que puedes confiar más de todo el mercado.
Brooks Glycerin 22 tiene un precio oficial de 180€




