Seguro que te ha pasado: sales a correr y, en lugar de disfrutar, te pasas los primeros kilómetros repasando problemas del trabajo, recordando esa mail sin enviar o debatiendo si deberías desembolsar pasta para cambiar de zapatillas de running (otra vez).
Cuando te das cuenta, has hecho 10 km con la cabeza en cualquier sitio menos en el presente y el ahora.
Bienvenido/a al club.
Aquí es donde entra el mindfulness, o en términos más entendibles, “estar a lo que estás”.
No somos una cuenta de IG que te va a hablar sobre levitar sobre el asfalto ni de correr en trance místico, sino simplemente de prestar atención plena a la carrera, a tu cuerpo y a tu respiración.
Parece fácil, pero en un mundo donde hacemos scroll infinito hasta en la ducha, entrenar la mente para estar en el presente es casi un superpoder.
¿Por qué a los corredores y corredoras de fondo nos puede ayudar el mindfulness?
1. Porque correr con la mente dispersa es sufrir gratis
Si tu cabeza se dedica a calcular la lista de la compra mientras corres, cada kilómetro puede convertirse en un suplicio. La mente empieza con sus típicas quejas: “¿Pero quién me manda a mí salir hoy?” o “Aún me quedan 8 km, qué pereza”.
Practicar mindfulness ayuda a aceptar el esfuerzo sin resistencias mentales inútiles. En otras palabras: sufres menos porque dejas de pelearte con el sufrimiento.

2. Porque ayuda a no salir demasiado rápido (y pagar las consecuencias)
Todos hemos caído -muchas veces- en la trampa del primer kilómetro suicida. Sales fresco, te sientes poderoso y, cuando te das cuenta, estás a un ritmo que ni en tus mejores sueños.
Luego, claro, llega el tío del mazo. Aprender a escuchar nuestro cuerpo en lugar de dejarnos llevar por el subidón inicial no va a ir de perlas.
3. Porque mejora la concentración cuando te pones un dorsal
Ya sea en un entrenamiento de los que tienes marcados con una X en el calendario o en una competición, estar ‘presente’ y concentrado evita errores típicos como hidratarte mal, no controlar bien la técnica de carrera o desmoralizarte a la mínima antes de tiempo.
Un corredor o corredora que practica mindfulness gestiona mejor sus energías y emociones, algo que adquiere vital importancia en carreras de larga distancias, como el maratón.
4. Porqué el Mindfulness hace que el correr sea más disfrutable
Si corres con la mente en el futuro (“Quedan aún 15 km, socorro”) o en el pasado (“Qué bien iba hace 5 km”), te pierdes el momento presente, que es lo único que realmente puedes controlar.
La clave de aplicar el mindfulness mientras corres es aceptar cada zancada sin juicios, como si fueras un espectador de tu propia carrera.

¿Cómo aplicar el mindfulness en tus entrenamientos?
Aquí van algunas estrategias que intentamos enseñar siempre en nuestro club de running BCTEAM para que nuestros corredores y corredoras no acaben corriendo en modo ‘piloto automático’:
Atiende a tu respiración
Algo que continuamente repetimos mientras hacemos series, en lugar de obsesionarte con el ritmo del reloj, intenta centrarte en el tu respiración (consciente del flujo de aire entrando y saliendo) y de tus zancadas.
Si tu mente se va por las ramas con cualquier cosa que no tenga que ver con el entrenamiento que estás realizando, simplemente intenta volver a centrarte en la respiración.
Escanea tu cuerpo
Haz un repaso mental de cómo se sienten tus pies, tus piernas, tu postura. ¿Vas tenso? ¿Tu zancada es eficiente? Corregir sobre la marcha puede mejorar tu rendimiento y prevenir lesiones.
Cuenta mentalmente cualquier cosa
No es magia, es neurociencia: dar a la mente una tarea sencilla la mantiene en el presente y evita pensamientos intrusivos.
Acepta las malas sensaciones sin juzgar
Sí, a veces correr duele. Sí, hay días en los que te sientes como un tronco con zapatillas.
En lugar de cabrearte, simplemente asúmelo sin dramas y sigue corriendo.
Disfruta del paisaje y los sonidos
En vez de ir con música a todo volumen, prueba algún día a correr escuchando el entorno. Puede que te sorprenda lo que descubres. Y si corres en compañía, olvídate sí o sí de los cascos.
En nuestro grupo de entrenamiento de running no verás ni a un solo corredor o corredora escuchando música haciendo series. Mejor escuchar tu cuerpo, o la respiración de tu compañero/a.
Correr con la cabeza en su sitio es correr mejor
El mindfulness no hará que corras más rápido ni que te vuelvas inmune al temido muro de la maratón, pero sí que tu experiencia como corredor sea más rica y consciente.
Menos sufrimiento mental, más disfrute y, sobre todo, más kilómetros sin que tu cabeza se pase todo el tiempo boicoteándote.
Así que la próxima vez que salgas a entrenar, prueba a estar realmente ahí.
Tu cuerpo (y tu paz mental) te lo agradecerán.