En el mundo del running, una nueva tendencia -que ya ha traspasado nuestras fronteras- está ganando terreno: los “Food Runners”.
Esta iniciativa fusiona la pasión por correr con el placer de la gastronomía, convirtiéndose en una alternativa atractiva a las tradicionales aplicaciones de citas, correr para ligar.
Origen del Movimiento Food Runners
Todo comenzó en París con Aurélien Bernhard, un joven ingeniero que, motivado por su amor al flan, decidió combinar sus sesiones de running con visitas a distintas pastelerías para degustar este postre.
Lo que empezó como una actividad personal se transformó en el “Running Flan Club“, que actualmente atrae a unas 150 personas cada semana y cuenta con más de 15.000 seguidores en Instagram.
El éxito del Running Flan Club inspiró la creación del “Food Runners Club“, que ha superado los 27.000 seguidores en redes sociales y organiza eventos en ciudades francesas como Lille, Lyon y Burdeos.
La idea también ha cruzado fronteras, estableciéndose en metrópolis como Nueva York y Londres, adaptándose a distintas culturas culinarias y preferencias locales.
Aquí, uno de los grupos que se ha establecido se hacen llamar “las pasteles run” y bueno, su nombre ya es suficientemente explícito.

Más que Correr es una “Experiencia Social”
Estos grupos no se centran en planificar entrenamientos de running como otros clubes, sino en la conexión social entre ellos y ellas.
Atraen principalmente a jóvenes solteros y solteras que buscan hacer amigos (y lo que surja) y disfrutar de experiencias culinarias compartidas.
Con lemas como “Come, corre, repite”, promueven un ambiente relajado y divertido, donde el objetivo principal es disfrutar del recorrido y la compañía, sin más.
Beneficios del “Running Social”
Correr con un grupo no solo mejora la motivación, sino que también fortalece las relaciones interpersonales.
Según expertos, el ejercicio en compañía puede reducir la ansiedad social y fomentar conversaciones más profundas, gracias a la liberación de endorfinas y al ambiente relajado que se crea durante la actividad física.
En este caso concreto, el integrar el running con experiencias gastronómicas, ofrecen una alternativa más “fresca” y atractiva para aquellos y aquellas que buscan algo más que una simple quedada runner.
En una sociedad donde nos tenemos que volver a centrar en la conexión humana, iniciativas como esta demuestran que el runing -en todas sus variantes- es una receta ganadora para mejorar nuestra salud, tanto física cómo mental.