Marvin Bracy, en una imagen compitiendo por Estados Unidos
Caso curioso el del velocista americano Marvin Bracy. Poseedor de una marca personal de 9.85, Bracy estará sancionado sin competir hasta noviembre de 2027 por una triple infracción de dopaje: un positivo en testosterona, tres controles antidopaje a los que no se presentó y un intento de manipulación de pruebas. Un ‘combo’ perfecto que podría haberlo mantenido alejado de la competición bastante más tiempo, pero ha logrado reducir la sanción de forma considerable por un motivo poco común: por chivato.
Nos explicamos. El atleta fue ‘cazado’ por un denunciante anónimo que alertó de las prácticas del atleta a la USADA, la agencia antidopaje de Estados Unidos, a principios del año pasado. Eso derivó en una intensificación por parte de este organismo sobre el velocista hasta que lo cazaron por un positivo por testosterona y lo suspendieron desde el 5 de febrero de 2024. La cosa no queda ahí. Cuando dio positivo Bracy, subcampeón del mundo en 2022 (segundo tras Fred Kerley, otro atleta sancionado por fallar a tres controles y que se ha unido a los Juegos para Dopados del próximo año en Las Vegas), ya llevaba dos fallos en controles. Pese a estar ya suspendido, tampoco fue encontrado en junio de 2024.
En cualquier caso, el atleta, después de intentar manipular pruebas y ser enganchado por la USADA, sí colaboró con las autoridades antidopaje y ayudó a destapar una trama con más casos e implicados. “Esta investigación ya ha dado como resultado varios logros de gran impacto que se anunciarán en una fecha posterior, mientras la investigación general continúa”, promete Travis T. Tygart, el responsable de la USADA, según recoge ‘Runners’. De esta forma, los cuatro años por el positivo se reducen a uno por haberlo admitido en menos de 20 días y por haber colaborado con la investigación. A eso hay que sumar los 24 meses por los tres fallos. En total, 45 meses. De esta forma, volvería a competir con 33 casi 34 años (cumple en diciembre), en noviembre de 2027.