A Jakob Ingebrigtsen se le escapó la medalla en el 1.500 después de tirar durante toda la prueba y quedarse sin fuelle en la recta final, pero no perdonó en el 5.000. En una última vuelta monstruosa, no dio opción a nadie, ni a etíopes, ni a Grant Fisher ni a keniatas. Recital del nórdico con 13.13.96, una marca discreta pero que esconde una carrera táctica y en la que realizó un cambio de ritmo brutal en la última vuelta. Imposible para el resto.
Jakob, que se perdió la temporada invernal y el Mundial de pista cubierta de Glasgow. “Para mí, los 5.000 metros son más del triple de mi distancia habitual, por lo que fue una carrera muy dura”, dijo Ingebrigtsen tras llevarse el oro. “Con un nivel tan alto y la gente corriendo tan rápido este año, sabía que tenía que estar en mi mejor nivel para poder luchar por las medallas”.
Datos
- Frecuencia cardíaca media: 174 ppm
- Frecuencia cardíaca máxima: 183 ppm
- Cadencia media: 191 pasos por minuto
- Cadencia máxima: 223 pasos por minuto
“Poder revisar los datos y cómo coinciden con la carrera real me da una gran perspectiva para saber que cómo corrí fue correcto”, analiza Jakob. “Al final he podido moverme y llegar al exterior, y he sido muy prudente para no esprintar demasiado rápido porque ya lo había hecho antes. Si vas demasiado fuerte a falta de 500, los últimos 200 son muy difíciles. Así que aproveché unos segundos para alcanzarle. En la recta de atrás he notado que se estaba cansando, y como he gastado tanta energía para alcanzarle, he tenido que mantener el mismo ritmo, ya que no podía volver a acelerar sin gastar demasiada. Guardé un poco para la recta final y todo hecho”.