Fue una de las sorpresas agradables de los pasados Juegos Olímpicos de París. Ya venía de un buen recorrido y estaba en la lista de favoritos, pero todos colgaban ya el oro a Noah Lyles en los 200 metros de la cita olímpica. Apareció un chico jovencísimo y paró el crono en 19:46. Un marcón. La vida del atleta de Botswana ha cambiado mucho desde ese éxito. Y ahora está ya en las quinielas para lograr alcanzar ese Récord del Mundo de Usain Bolt que parecía inabarcable.
En une entrevista para la BBC, el africano ha dejado algunas frases interesantes:“Sin el deporte, probablemente ahora sería un criminal”. El velocista aseguró que “en el barrio donde crecí, había muchos delincuentes. Creíamos que era la única manera de sobrevivir”. Por eso, las actividades deportivas a las que iba en Kanye, una localidad a 80 kilómetros de la capital, le ayudaron a tener una estructura diaria y centrarse en el colegio y el deporte.
Coe se deshace en elogios
“El atletismo me ha brindado muchísimas oportunidades y quiero inspirar a los jóvenes a creer en sí mismos, soñar en grande y disfrutar del deporte”, explica Tebogo, Embajador del Programa de Atletismo Infantil de World Athletics. Coe, presidente de la World Athletics y reciente candidato a presidir el COI, dijo que “siempre me alegra que un talento como Letsile Tebogo surja en nuestras estructuras de competición. Les muestra el camino a otros jóvenes atletas con talento. Letsile es seguro de sí mismo, decidido y humilde, y ya está inspirando a toda una generación de jóvenes atletas y niños con potencial que aprenden a integrar el deporte en su día a día”.