La keniana Agnes Ngetich ha vuelto a hacer historia. En la ‘Road to Records’ organizada por adidas en Herzogenaurach (Alemania), Ngetich logró completar los 10 kilómetros en un tiempo de 29 minutos y 27 segundos, convirtiéndose en la primera mujer en correr un 10K femenino por debajo de la barrera de los 30 minutos en carrera exclusiva de mujeres y superando los 30:01, ostentado por la fallecida Agnes Jebet Tirop. No olvidemos que también tiene en su haber el récord del mundo de 10K en Valencia en una prueba mixta, por debajo en este caso la barrera de los 29 minutos.
También hubo protagonismo español: Thierry Ndikumwenayo volvió a mejorar el récord de España de 5K, rebajando su anterior marca en la misma cita hasta los 13 minutos y 8 segundos, en una prueba dominada por el etíope Yomif Kejelcha (12:54) com el año anterior.
Atletismo de laboratorio
Como en ediciones anteriores, los atletas de Road to Records eran todos de la marca, en una carrera cerrada, hermética, donde todo el ecosistema —desde los dorsales hasta las zapatillas— es de la propia marca, en un recorrido optimizado hasta el último milímetro para maximizar el rendimiento y los titulares sobre el nuevo lanzamiento, en este caso las adidas adizero adios Pro Evo 2. Un formato que, por cierto, es terreno abonado por otras marcas, como Nike con sus Breaking2 (ahora Breaking4) o ASICS, donde el próximo fin de semana tiene su carrera para mostrar el nuevo lanzamiento: “Tokyo : Speed : Race”, emulando el evento de París del pasado año con la puesta de largo de las Metaspeed Sky Paris.
Estos ‘festivales atléticos’ forman parte de un atletismo artificial, desconectado del seguidor o runner amateur. No hay emoción de “quién ganará” ya que el propio contexto diluye su trascendencia, se convierten en récords de escaparate, tiempos que, fuera del entorno de marca, son difíciles de sentir o comparar.
El atletismo, en realidad, vive de la incertidumbre, del roce entre rivales, de las sorpresas… y aquí, en cambio, todo está demasiado previsto, demasiado limpio, demasiado estéril. Los tiempos no valen menos, pero sí nacen con un asterisco: son resultados obtenidos en el laboratorio.