Subir en una carrera de trail es duro, sí, pero al menos ahí nadie espera que seas técnicamente muy elegante, nos conformamos con mirar el suelo, apretar el culo y tirar hacia arriba.
Bajar, en cambio, es otra historia.
Si lo haces mal, no solo pierdes tiempo, también puedes terminar abrazando un arbusto o rebotando cuesta abajo como un saco de patatas.
Así que aquí van 7 consejos para bajar mejor, más rápido de parte de nuestro entrenador del grupo de trail running del club de running BCTEAM.
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1. Pierde el miedo (pero no el juicio)
La bajada es un juego mental. Si vas con miedo, frenas en cada piedra, te tensas y al final acabas más cansado que en la subida.
Pero tampoco te lances como si fueras alguno de los dos protagonistas del vídeo de arriba: encuentra el punto justo entre valentía y supervivencia.
2. Mira hacia adelante, no a tus pies
Sí, lo sabemos, hay piedras, raíces, barro y cosas que se mueven (a veces tú mismo).
Pero si vas mirando tus pies, ya vas tarde. Mira unos metros por delante para anticiparte al terreno y que tus piernas reaccionen con tiempo. Es cuestión de fracciones de segundo, pero tienes que visualizar donde vas a pisar justo por delante de ti.
Para eso, necesitas tener la cabeza ‘fresca’ y sentirte ágil, si no es así, baja una marcha hasta que encuentres el equlibrio.
3. Acorta la zancada y aumenta la cadencia
Esto suena técnico, pero es fácil: pasos más cortos y rápidos.
Así mantienes el control y no te comes una roca. Imagina que estás bailando sobre el terreno, en una especie de juego, tienes que ‘fluir’ hacia abajo, más que ‘perseguir’ a nadie.
4. Activa los brazos: son tu volante
Tus brazos sirven de mucho bajando. Úsalos sobretodo para equilibrarte, girar y mantener el centro de gravedad donde toca.
Cuanto más rápido vayas, más importantes son.
Si pareces un muñeco inflable de esos que bailan en las gasolineras, vas bien (fíjate en algún vídeo como baja Kilian y cómo mueve los brazos)
5. Elige bien tus zapatillas de trail
El agarre lo es todo. Si tus zapatillas de trail running están ya más lisas que tus excusas para no entrenar cuestas, vas a tener problemas fijo.
Unas zapatillas sin mucho desgaste, con unos tacos prominentes y una buena amortiguación (si son maximalistas te van a ayudar a ‘comerse’ algunas piedras sin que lo notes) y una buena dosis de confianza en cada pisada van a marcar la diferencia. Literalmente.
6. Entrena bajadas (spoiler: no se entrenan solas)
¿Quieres bajar mejor? Baja más. Entrena bajadas técnicas, largas, con piedras y barro.
Algo que tenemos en cuenta en nuestro grupo de trail running, no todo es cuestas arriba y series. Las bajadas también se entrenan, y tus cuádriceps se darán cuenta de ello.
7. Aprende a frenar sin matarte
A veces hay que frenar, claro. Pero frenar no es clavar los talones como si estuvieras en una pista de esquí. Baja el centro de gravedad, flexiona rodillas y muy importante: usa el terreno en beneficio propio (curvas, apoyos laterales) para controlar la velocidad sin derrapar.
En resumen, baja con cabeza, pero suéltate un poco
Dominar las bajadas no es cuestión de ser el más loco de la carrera (¡a veces se ven auténticas barbaridades bajando en la posición 150!), sino el más listo y coherente con su nivel.
Con técnica, confianza y entrenamiento, puedes convertir las bajadas en tu punto fuerte.
Y si no ganas la carrera, al menos que en la bajada parezca que sabes lo que haces 😉
¿Y tú? ¿Bajas como un rayo o como una cabra recién despertada?
Cuéntanos tu mejor (o peor) anécdota bajando, que seguro que da para terapia de grupo.